Imagen de los voluntarios, en el puerto de Palma a punto de salir. | Juanmi Moyà

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«Ahora mismo todo es un caos y no tenemos ni donde dormir, pero se va llevando; lo importante es la ayuda y estamos acostumbrados a dormir en las furgonetas»; dice Óscar Peláez con una sonrisa cómplice, es el secretario de la asociación Inca Mallorca Solidaria; una de las entidades que lleva cuarenta y ocho horas de carrera a contrarreloj para preparar un convoy humanitario que, este martes, estará ya en Valencia descargando toneladas de material de primera necesidad.

Su presidenta, Antonia Triguero, volvió de una entrega en Ucrania hace menos de una semana. La catástrofe la pilló en el viaje de vuelta y en cuestión de minutos, ya había puesto en marcha otra campaña de recogida. En 48 horas, los ‘inquers’ con ayuda de voluntarios de toda la isla y el apoyo de multitud de municipios que han realizado otras tantas acciones de recolección, han llegado a reunir 105.000 kilos de material; entre los que destacan utensilios de trabajo y limpieza exterior, productos de higiene personal, alimentación y un nutrido cargamento de colchones, camas, sábanas y mantas donadas por varios hoteles.

Durante las últimas 48 horas, la Fábrica Ramis de Inca, ha sido un hervidero de personas trabajando sin descanso

El material va dirigido a los pueblos a los que más ha costado hacer llegar la ayuda; entre ellos, los más damnificados por la trágica DANA que arrasó la Comunitat Valenciana el pasado martes. Parte de la carga, ya tiene destino; por ejemplo, las seis toneladas de alimento que se descargarán en la cocina móvil de Julio Botarga, un cocinero que ya realizó acciones similares en Lesbos, ubicado en la escuela de umo de los municipios más afectados, en el que está cocinando diariamente para quinientas personas. Otra gran parte del material, dos furgonetas enteras, se entregarán en dos protectoras de animales de Valencia, ya que hay decenas de mascotas que han sido rescatadas y que requieren un cuidado específico; muchos de ellos, siguen separados de sus dueños.

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El grupo, de sesenta personas, se dividirá para trabajar mejor y de forma más eficiente; realizando dos acciones en cada uno de los pueblos a los que se tenga acceso. En la primera acción, se descargará el material humanitario necesario y se realizará una revisión de necesidades básicas y productos frescos imprescindibles. Una vez documentado y valorado, la ONG procederá a comprar los recursos en Valencia ciudad y los aportará en los núcleos de ayuda realizando una segunda entrega. Además, viajan con un todoterreno que permitirá realizar entregas en lugares en los que aún no se hayan restablecido las vías principales.

En la Comunitat Valenciana hay mucho por limpiar y recoger aún. FOTO: Bombers de Mallorca

«Lo más difícil es la entrega en los lugares adecuados. Que todo el material que se recoge, que el esfuerzo de la gente que ha comprado y ha traído material, que todo llegue donde tiene que llegar; esa es nuestra prioridad en la gestión. El equipo se dividirá en rutas distintas y abarcaremos lo máximo posible», explica Antonia Triguero, presidenta de Inca Mallorca Solidaria.

Asimismo, una vez en el terreno, el equipo valorará las necesidades para realizar un segundo viaje dentro de «quince o veinte días». El objetivo es poder recoger parte de la carga que se ha tenido que rechazar en este primer convoy por falta de espacio y «porque las necesidades varían, sabemos por experiencia en este tipo de catástrofes que, una vez realizadas las primeras intervenciones, los vecinos necesitarán seguir adelante con la reconstrucción y les hará falta pintura, electrodomésticos, son muchas cosas, ya estamos pensando en la siguiente campaña; esto es un desastre muy grande y la ayuda deberá ser progresiva», explica la presidenta poco antes de la última reunión de equipo antes de que el convoy inicie el viaje.