Los tres sospechosos, asistidos por el abogado Pedro Garrido, pasaron a disposición judicial a última hora del miércoles y el juez de guardia decretó su puesta en libertad. Uno de ellos, según fuentes próximas al caso, había salido recientemente de prisión tras cumplir una condena de varios años.
Las pesquisas de la Benemérita se iniciaron meses atrás tras el goteo de denuncias en los distintos cuarteles de los locales asaltados. La investigación llevó a los agentes a un vehículo que siempre coincidía tras observar las imágenes de las cámaras de seguridad de los establecimientos. Y también el número de ladrones, tres.
El primer hecho delictivo se remonta al 20 de octubre. Esa madrugada irrumpieron en un domicilio de Esporles. Se apoderaron de 6.000 euros en efectivo.
Dos días más tarde, el 22, volverían a la carga. En esta ocasión en sendos bares de Puigpunyent y, de nuevo en, Esporles. Consiguieron un botín cercano a los 1.500 euros. La siguiente parada les llevó el día 29 a Calvià. Concretamente a un conocido restaurante en primera línea de playa de Palmanova. El 31 hicieron de las suyas en Playa de Muro. También en un negocio de hostelería, aunque aquí no consiguieron forzar la entrada, aunque provocaron daños en la misma.
Dejaron pasar unos días y regresaron a Illetes, de nuevo en Calvià. Del famoso Balneario tampoco se pudieron llevar nada porque saltó la alarma. En Palmanova la noche anterior les pasó lo mismo, pero en Génova, ya en Palma, se apoderaron de 250 euros en un bar. Su última parada fue el día 15 del presente mes, cuando se centraron en la localidad de Bunyola. Allí asaltaron la misma noche tres locales, una vermutería, un bar y una pizzería.
Las pesquisas de los agentes encargados del caso, tras visualizar decenas de grabaciones de las cámaras de seguridad y el seguimiento del vehículo de uno de los ladrones, arrestaron el pasado martes por la mañana a los tres ladrones. Horas después registraron sus viviendas y el coche y hallaron indicios para imputarle la decena de robos presuntamente cometidos.
6 comentarios
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Si cualquier delito o infracción se endureciera cómo se debe dejaría de tomarse tan a la ligera el delinquir. Independientemente de la nacionalidad, a los de aquí mano dura porque no hay otra y a los de fuera billete se vuelta para siempre. El problema es que lo que hemos entendido siempre por “Justicia” o “Castigo” se ha vuelto un cachondeo que invita a seguir sin represalias.
Ya estan en la calle.
La ultra dreta i els seus votants...
para qué detenerlos, señores POLICÍAS,si todos sabemos qué,entrarán por una puerta,y saldrán del juzgado,ANTES, de que ustedes, terminen el, expediente... ES UNA PÉNA,PÉRO ASÍ ÉS,EN españistán......
Ya nos imaginamos que son jovenlandeses
Me niego a declarar señoría, déjeme en libertad, y si eso ya me llamará.