La gata Naia.

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Naia es una gatita de ocho años que nunca más volverá a caminar tras haber recibido un disparo con una escopeta de aire comprimido mientras estaba tranquilamente descansando en un poste cerca de la puerta de su vivienda en Andratx. Los hechos se remontan al pasado 5 de diciembre, en la zona de Es Vinyet. El animal, totalmente inofensivo, estaba en su casa cuando recibió varios disparos con una escopeta de balines, uno de ellos, logrando impactar en el felino. De hecho, las lesiones que presenta el animal son irreversibles y no podrá volver a caminar nunca más.

Kevin, el propietario de Naia, a través del perfil de Facebook de 'La Voz de Andratx', explicó que: «Estamos agotados emocional y económicamente. Esto ha acabado con nuestra felicidad y tranquilidad en casa», expresó en su publicación, donde también hizo un llamamiento a la comunidad para identificar al responsable. El ataque ocurrió mientras Naia descansaba en un poste cercano a la puerta de la vivienda, como solía hacer cada día, sin molestar a nadie. El impacto del disparo generó complicaciones graves en la salud de la gata, y los veterinarios manifestaron que nunca recuperará la movilidad en sus patas traseras.

«Esto no es un simple acto vandálico, es un intento de asesinato, una muestra de la falta de humanidad de quien hizo esto», añade Kevin. Desde entonces, la familia ha tenido que afrontar altos costos veterinarios y vive con el temor de que hechos similares puedan repetirse. El Camí Es Vinyet, descrito como una zona tranquila y familiar, se ha convertido ahora en un lugar donde reina la incertidumbre. «No entiendo cómo alguien puede ser tan cruel y sentirse con derecho a decidir sobre la vida de otro ser», Kevin.

A través de su publicación el propietario lanza un mensaje a sus vecinos y pide la colaboración para esclarecer este lamentable suceso. «Si alguien tiene información sobre un disparo a un animal en la zona, les ruego que me lo hagan saber. Habrá una recompensa para quien aporte datos certeros», asegura. La publicación ha generado una ola de indignación en las redes sociales, donde numerosos vecinos han mostrado su apoyo a la familia y su rechazo a este acto de maltrato animal. Mientras Naia lucha por adaptarse a su nueva realidad, la familia sigue comprometida en brindarle cuidados y mantener viva la esperanza de encontrar justicia. Desde aquí, se apela a la colaboración de la comunidad para aportar cualquier información que pueda ayudar a identificar al responsable y evitar que actos de este tipo vuelvan a ocurrir.