El vehículo sufrió diversos daños tras el incidente. | Policía Local de Palma

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Empezó saliendo de copas y terminó pasando la noche en los calabozos. Una conductora que triplicaba la tasa máxima de alcohol permitida por la ley, sufrió un aparatoso accidente en la madrugada del sábado pasado y acabó detenida por enfrentarse a los policías que acudieron al lugar del suceso. Ahora se le acusa de un delito contra la seguridad vial y otro de atentado contra los agentes de la autoridad.

Los hechos sucedieron alrededor de las 00.50 horas en un camino de Palma, cuando la mujer, española y de 42 años, embistió a un coche que se encontraba estacionado. A consecuencia del fuerte impacto, el vehículo de la fémina quedó volcado sobre uno de sus laterales, pudiendo salir por su propios medios.

En el lugar se personó una patrulla de la Unidad Nocturna (UNOC) de la policía local, que se encontró a la accidentada junto al turismo. Seguidamente la sometieron a la prueba del etilómetro, en la que arrojó un resultado de 0,94 mg/l, es decir, que triplicaba la tasa máxima permitida.

Después de que los bomberos devolvieran el coche a su posición habitual, una agente requirió la documentación a su propietaria. Fue en la tercera petición, cuando la mujer se abalanzó con el puño en alto hacia la uniformada, mientras le gritaba. Otro funcionario tuvo que actuar y entre los dos lograron reducir a la conductora, que no cesaba de dar patadas y proferir insultos a los agentes.

Tras lo ocurrido, la sospechosa fue informada de su detención por un delito contra la seguridad vial y otro de atentado contra los agentes de la autoridad, pasando posteriormente a disposición judicial.