Un agente tomando huellas al Cupra utilizado por los delincuentes para huir del lugar del asalto. | CNP

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Uno de los dos atracadores que consiguieron huir ayer de madrugada en Santa Ponça tras atracar un salón de juegos en el Molinar es un preso que se fugó de una cárcel de Sevilla el pasado mes de junio. Se trata de un varón de nacionalidad española y 40 años años de edad que no regresó al centro penitenciario tras un permiso. La Policía Nacional lo conoce bien tras ser arrestado varias veces la década pasada en Palma. El otro asaltante que también escapó está igualmente identificado.

Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, el delincuente acumula una importante cantidad de antecedentes por hechos similares, es decir, por robos con violencia. En 2014 y 2015 fue arrestado varias veces en Palma. Después se trasladó a Andalucía y allí fue detenido. Ingresó en el centro penitenciario, pero tras disfrutar de un permiso el pasado mes de noviembre no regresó. Y ha vuelto a la capital balear.

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Ahora, en compañía de un menor, que fue arrestado poco después de iniciarse la persecución a pie campo a través, y otro adulto llevaban varios días asaltando a punta de pistola varios salones de juegos de Palma. El último la madrugada de ayer, donde tras amenazar a una empleada, se apoderaron de unos 100 euros. Al salir de allí un coche de la Policía Nacional les esperaba y se inició la persecución, que les les llevó hasta donde la gasolina alcanzaba al Cupra de los ladrones: la autopista de Andratx, a la altura del polígono de Son Bugadelles.

La Guardia Civil inspeccionó decenas de coches, camiones, furgonetas y hasta autobuses del TIB.

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Calvià, que habían sido avisados por la Policía Nacional de la dirección que tomaban los sospechosos, lograron, sobre las 3.15 horas, arrestar a uno de ellos, el menor de edad. Los otros dos lograron escaparse y, de momento, no han sido localizados, a pesar de tenerlos identificados.