Miranda Planas Backman, posando junto a sus amigas de Miami. | Jaime Verd

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Nuestro monumental Coliseo Balear, sin duda una de las plazas de toros más bonitas de España, diseñada por el reconocido arquitecto mallorquín Gaspar Bennazar e inaugurada un 21 de julio de 1929, lució más bonita que nunca para conmemorar sus primeros 95 años como centro de la actividad taurina de la Isla, para lo que la empresa que lidera Toño Matilla organizó la denominada segunda corrida zapatista, decorando las barreras con verdes guirnaldas y los burladeros con reproducciones de la tauromaquia de Domingo Zapata, que en esta ocasión se inspiró en la Gioconda de Leonardo Da Vinci para componer el cartel que anunciaba la corrida y en la tauromaquia de Picasso para rodear el ruedo con un colorido espectacular que ciertamente le daba un toque muy especial a la noche torera, en la que incluso las tradicionales luces y brillos de los trajes de las tres figuras que hicieron el internacional paseíllo.

El francés Sebastián Castella, el alicantino José María Manzanares y el peruano Roca Rey iluminaban artísticos trazos pintados directamente por Domingo Zapata sobre sus respectivos ternos, dando una nota más pictórica y zapatista al espectáculo taurino. Los tendidos lucieron como nunca, con una gran entrada y en la que destacó gran cantidad de jóvenes aficionados de la Isla y veraneantes peninsulares, con muchas «niñas» muy guapas y elegantes, gracias también al esfuerzo del ganadero Juan Pedro Domecq, y del abogado Antonio Entrena, ‘Tonete', que se encargan de traerse al todo Madrid y Marbella, así como a la incansable Soledad Hidalgo y su marido Mateo Jaume, al frente de los doscientos peñistas de ‘Oro y Plata', sin olvidar al Círculo Mallorquín, patrocinador de la cartelería de la corrida y que vendió cerca de otras 200 entradas entre sus socios y amigos, cuyo presidente, Ignacio Deyá, estuvo acompañado del presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, quien, por cierto, nunca había asistido a una corrida de toros y ha prometido que si puede el año próximo lo hará acompañado de toda su familia. Y olé, vaya chicuelina.