La familia Lowen (Peter, Petra y su hijo Oliver) posan junto al artista, inma Bianchi y al director del hotel, Gori Bonet. | Esteban Mercer

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El pasado viernes se inauguró a lo grande la exposición de Ernesto Rodríguez en el Hotel Ca’n Bonico en ses Salines. El artista ha creado especialmente esta muestra para el espacio de Ca’n Bonico, un hotel que domina el pueblo pues desde la antigua casa que fue, y que conserva una torre de defensa del siglo XIII, creció lo que hoy es un pueblo encantador que a buen seguro será la admiración de los asistentes a la muestra.

Las obras se presentan en la gran sala que antiguamente servía como pajar, única en la Isla. En ese gran espacio Ernesto muestra obras de gran formato, inspiradas en la sal, con detalles luminosos que realzan aún más si cabe su obra, otorgándole más grandeza y presencia. Los neones deberían quedarse en esa sala para siempre. Palabra de experto.

Además de la obra luminosa, el artista, nos enseña obras en otros formatos más pequeños de diversas texturas y esculturas trabajadas en cerámica. La muestra se podrá visitar hasta el día 26 de octubre, no se la pierdan ya que una visita al municipio de ses Salines siempre vale la pena. Tras la inauguración un grupo de amigos cenamos en un restaurante contiguo al hotel, a la mallorquina, para después alargar la noche en una discoteca de Palma. Pero esa es otra historia.