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Rafaela Maimó, pintora autodidacta que se inició en este arte estando todavía en activo como funcionaria de la Seguridad Social, presentó hace unos días su obra en el espacio cedido por la Tesorería General de la Seguridad Social. Tras su jubilación en 1991, Rafaela Maimó ha convertido la pintura en su principal hobby. Entre los galardones que ha obtenido guarda especial cariño al Premio Nacional de Pintura de funcionarios de la Seguridad Social, que consiguió en 1984 y que le hizo entrega el entonces ministro Joaquín Almunia. Ha expuesto, entre otras salas, en la de la Banca March, en el Casino, en Sant Antoniet, en la colectiva de la Tesorería General de la Seguridad Social y en la que se hizo con motivo del centenario de la Seguridad Social.