Uno de los momentos de la entrañable chocolatada solidaria. | Eugenia Planas

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Hay pocas maneras más dulces y propias de las tradiciones navideñas que la de esperar a la comitiva de los Reyes Magos de Oriente  tomando un chocolate con ensaimadas perfumado al aroma de la naranja.

Esta vez, los que acudieron al Santa Eulalia lo hicieron, también, por una causa solidaria. La organizadora del acto, Claudia Suárez Neuhaus, citó a numerosos amigos y clientes del restaurante para que participaran en esta chocolatada solidaria a favor de la Asociación Zaqueo, que cubre las necesidades básicas de aquellos que demandan ayuda; es refugio alternativo a la calle para personas sin techo y  comedor social con mucha demanda actualmente.

Por todo ello, Jesús Alonso, el dueño del local, destinó a Zaqueo los beneficios de una chocolatada “muy dulce”.