Los novios dan una de las cuatro vueltas al altar donde se encuentra el gurú Granth Sahib para consolidar el matrimonio. | Pilar Pellicer

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La primera boda sij de Mallorca se celebró ayer por la mañana en una gurdwara en Palma, término con el que denominan sus templos. En este lugar se reunieron un centenar de invitados. Las mujeres asistieron llevando coloridos salwars, vestimenta compuesta por un amplio pantalón de seda y una túnica en la parte superior, además de un velo que les cubría el cabello.

La novia, Lovepreet Kaur, y el novio, Sachvinder Singh, llegaron puntuales a las 10.30 horas. Ella vestida de rojo, tal como dicta su religión y él con traje negro y  turbante rojo. Tanto los novios como los invitados se sentaron en el suelo, aunque separados hombres y mujeres. La pareja se colocó uno al lado del otro enfrente del gurú Granth Sahib, su libro sagrado, del cual un grupo de sijs recitaba himnos acompañados por música. El padre de la novia le entregó un pañuelo a su hija como símbolo de su aprobación y del paso de hija a esposa. El novio se  puso el pañuelo en el hombro y la novia cogió un extremo y unidos por la tela dieron cuatro vueltas alrededor del gurú Granth Sahib, de esta manera quedó consolidado el matrimonio. Después se sirvió un ágape.