Concert de la Lluna a les Vinyes en Macià Batle

Con las actuaciones de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, la cantante Trinidad Montero y el grupo Supervoices, la velada musical fue todo un éxito. De la mano de empresas como Forn Ca na Teresa, que aportó cocarrois, llonguets y ensaimadas; Ca'n Pintxo, con dos sofisticadas sugerencias elaboradas con setas y carrilleras; Formatges Mercadal, con exquisito queso de Maó; Turquesa Catering, que sirvió canapés de salmón y foie; Grup Tast, con croquetas de jamón; Cuixot de Porc Negre Mallorquí, que aportó montaditos de chorizo y salchichón de porc negre mallorquí ; Galletas Quely, con sus quelitas; y los helados de Sa Fàbrica de Gelats, el público pudo disfrutar de una cena deliciosa y variada.

Coca-Cola sirvió las bebidas e instaló un stand de combinados con su nueva tónica Royal Bliss. El vino, como no podía ser de otra manera, corrió a cargo de Bodegas Macià Batle, que ofreció caldos rosados, el Blanc de Blancs y el 1856, que se sirvió por primera vez en esta velada solidaria y cuyo nombre recuerda los inicios de estas bodegas de Santa Maria del Camí. Trui Espectacles se encargó del montaje y sonido del concierto, y la empresa de seguridad GPS y Contrata Ambulancias y Emergencias asumieron la seguridad y la atención sanitaria, aspectos estos que siempre deben ser tenidos en cuenta en la celebración de eventos multitudinarios.

La velada contó también con sendos stands solidarios de venta de camisetas Suyai, joyas y artesanía de Perú; bolsos, bolsitas bordadas y sujetapuertas realizados por voluntarias del grupo Las Gallinitas; y joyas donadas por la diseñadora Isabel Guarch. Como todos los años esta velada tiene un carácter solidario, ya que la recaudación va siempre dirigida a Amics de la Infància para los Hogares Aynewasi de Perú, que acogen a niños desfavorecidos en ese país andino. Esta ong mallorquina desarrolla su labor desde 1996, y aunque inicialmente comenzó orientada a atender necesidades de la infancia en Mallorca, posteriormente fue extendiendo su radio de acción hacia países como Perú, Bolivia, Tanzania, India y Gabón, donde los más pequeños son siempre la máxima prioridad. Sin el trabajo de todas las empresas colaboradoras y el numeroso grupo de voluntarios no habría sido posible la celebración de un evento como este, en el que la respuesta del público es siempre abrumadora.