Acompañada por su hija, la infanta Elena, y dos de sus nietos, Irene y Miguel, hijos de los duques de Palma de Mallorca, la Reina a su llegada al club fue recibida por el director del club Calanova, Jesús Salom, y el jefe de los monitores, José Pujalto. En la sala de actos, y acompañada por otros monitores, doña Sofía fue entregando uno por uno los diplomas. Muchos padres captaron la inolvidable instantánea con cámaras fotográficas y videocámaras.
El sofocante calor que hacía en la sala, que se encontraba abarrotada de gente, provocó que se abrieran las ventanas para que entrara un poco el aire y fue cuando, desde la distancia, los fotógrafos de prensa vimos a Felipe Juan Froilán asomándose.
Tras el acto de entrega de diplomas, la Reina, junto a la infanta Elena, disfrutaron de un refresco en compañía de los directivos del club y del empresario del restaurante, Fofo Robledo. Mientras, los pequeños, encabezando el grupo Miguel Urdangarín y Felipe, intentaron coger peces desde el pantalán con una bolsa de plástico. Las pequeñas Victoria e Irene observaron e intentaron colaborar con sus primos y los amigos de éstos. Finalmente, y cuando prácticamente ya no quedaba gente en la terraza del Calanova, los miembros de la Familia Real española se retiraron.
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