La diseñadora Cati Serra saluda al término del desfile de su colección de otoño-invierno de 2010/2011 en El Ego. | Sergio Barrenechea

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Cibeles Madrid Fashion Week se inauguró ayer con claro sabor mallorquín. Tres diseñadoras mallorquinas, la consagrada Carmen March y las noveles Georgina Ordinas y Cati Serrà, presentaron sus propuestas para la temporada otoño-invierno 2010-11.
«La moda no es de usar y tirar. La moda debe ser para siempre. Yo intento, en esta nueva colección, hacer un homenaje a las mujeres más independientes, originales y algo excéntricas, como Iris Apfel, Eddie Bouvier Beale, Rei Kawakubo, Anna Piaggi y Tavi Gevinson», señaló Carmen March. La diseñadora mallorquina da una vuelta de tuerca más a su relación con Cibeles Madrid Fashion Week (CMFW) en su 51ª edición, en la que repite desfile fuera del recinto ferial. En esta ocasión, March ha elegido un garaje del madrileño barrio obrero de la Prosperidad para presentar su nueva colección, que ella define como de «siluetas desencajadas, ligeramente estridentes, mezcla de tejidos que en apariencia no van demasiado bien juntos... Es un poco excéntrica. No intento sorprender, solo quiero que me guste la colección».
Ayer, la modista isleña sacó a la improvisada pasarela del taller mecánico a una veintena de modelos que exhibieron su colección 'Otoño/Invierno 2010', «inspirada en unas mujeres muy independientes y muy especiales que a lo largo del siglo XX han hecho un trabajo increíble, tanto en el mundo del arte como en la cultura y la moda», en referencia a las antes mencionadas féminas, definidas por Carmen March como 'las independientes'.
Además, la ropa que mostró ante el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que acudió con su mujer, Mar Utrera, iba cargada de crítica. «Es un homenaje a estas mujeres y a la ropa de siempre, en este momento de consumo desaforado, que me parece que no nos lleva a ningún lado. Por eso, he elegido la canción favorita de Andy Warhol, All tomorrow's parties, que habla de por qué un vestido que es maravilloso el jueves tiene que estar viejo el lunes.
En definitiva: «Es una colección en que todas las prendas son súper clásicas y muy atemporales, pero con un toque dirigido a esas mujeres que siempre iban un poco estridentes y excéntricas, pero que, al final, eran muy elegantes. Es un canto a la libertad». Estuvieron con la diseñadora sus padres, Juan y María Antonia.
Apenas una hora después de finalizado el desfile de March les llegó el turno a Cati Serrà y Georgina Ordinas. Muchas cosas unen a las dos jóvenes diseñadoras mallorquinas que ayer debutaron en la pasarela de moda más importante del país, en el apartado de El EGO, donde se fomentan los nuevos valores de la creatividad española. Cati y Georgina, además de tener 24 años, ser de Consell y Palma, haberse graduado recientemente en la Escuela Superior de Diseño (ESDI) de Barcelona y haber compartido pasarela ayer, están exultantes. «Aún estoy muy nerviosa. No he visto nada», reconoce Georgina una hora después de su desfile.