Duelo en el tanatorio de Vélez Málaga por el fallecimiento repentino del padre del expresidente de Ciudadanos Albert Rivera (i), Agustín Rivera. | Álvaro Cabrera

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Ya mucho más tranquilo, Albert Rivera ha acudido a las redes sociales para mostrar públicamente cómo se siente tras la triste pérdida de su padre, Agustín Rivera, en un verano que está siendo especialmente complicado para él por su separación con Malú. «La vida es maravillosa, hay que disfrutarla cada minuto. Eso creía mi padre y así me lo inculcó siempre. Pero la vida a veces duele, mucho, muchísimo... Y este domingo a mí me cambió para siempre, al recibir esa llamada de mi madre que nunca estás preparado para recibir», comienza diciendo el expresidente de Ciudadanos en un extenso post en su cuenta de Instagram en el que se despide públicamente del hombre más importante de su vida.

Reconociendo el inmenso dolor que le ha provocado su muerte, Rivera asegura que empieza a ver esta terrible desgracia de otra forma, intentando quedarse con lo bueno de todos esos años que ha podido compartir con él, aprendiendo de cada uno de sus consejos.

«Rabia, incredulidad e impotencia fue lo único que pude sentir en esos primeros instantes, y la sensación de que la vida de la que hablabas en realidad era profundamente injusta y cruel. Hoy, dos días después, después de despedirnos físicamente, de incluso derrumbarme en tu ataúd antes de incinerarte, con la sensación de que al irte me estaban arrancando parte del corazón sin anestesia, empiezo a ver las cosas de otra manera», comparte.

Abriendo su corazón como nunca antes lo había hecho públicamente, el expolítico ha plasmado con palabras los fuertes sentimientos que compartía con su padre, un hombre con el que coincidía en muchas cosas: «Eres irremplazable para mí, papá. Así que tengo que llevarte conmigo, me acompañarás en mis decisiones, y estarás presente en los valores que le inculque a mis hijas. Te has ido de nuestro lado, me faltas, me muero de dolor al pensarlo. Pero te prometo que desde hoy voy a llenar ese vacío con tu esencia y tu legado. Y cuidaré de mamá, tu compañera de viaje desde hace más de cincuenta años».