Kate Middleton deslumbró con su reaparición sorpresa este domingo a todos los presentes en el estadio All England Lawn de Wimbledon, donde el español Carlos Alcaraz ganó el disputado y reputado torneo de tenis frente a Novak Djokovic. La princesa de Gales, ausente de la vida pública desde enero y en pleno proceso de recuperación de un cáncer, acaparó todos los focos, convirtiéndose en una de las estrellas de la jornada. Es la segunda vez en un mes que Middleton se deja ver en un evento multitudinario, en medio de todo el secretismo que rodea su estado. Poco se sabe de ella y lo único que nos quedan son las imágenes y los detalles de sus apariciones fugaces. Te explicamos todo lo que se cuece después de dejarse este domingo.
Ante las limitaciones del rey Carlos III, de 75 años, quien también padece actualmente cáncer, los príncipes de Gales se repartieron los dos granes eventos deportivos que mantuvieron en vilo a medio mundo este domingo. Mientras Kate acudía en representación de la monarquía a la final del torneo de tenis que acogió Reino Unido, el príncipe Guillermo, acompañado de hijo George, el heredero, estuvo presente horas después en Berlín para apoyar a la selección inglesa en la final que -por suerte para los españoles- ganó La Roja. Sin embargo, Kate no estuvo sola, además de su hija Charlotte, de 9 años años, la arropó en su regreso a la vida pública su hermana, Pippa Middleton, quien, al parecer, habría sido uno de sus grandes apoyos estos meses en los que ha estado apartada de los medios, en pleno proceso de recuperación de su enfermedad.
La gran ovación del público
Quizá lo más notorio y comentado del regreso de la princesa de Gales fue la gran ovación que recibió a su entrada al estadio. Todo el público de las gradas se pusoen pie mientras Kate bajaba las escaleras, aplaudiendo durante casi un minuto, en una escena que mostró el gran apoyo generalizado con el que cuenta la princesa, que respondió saludando con el brazo y con una gran sonrisa. Hacía ya semanas que se rumoreaba su posible vuelta en la final de Wimbledon, pero su presencia la confirmaron fuentes del Palacio de Kensington -la residencia oficial de los duques de Gales- el sábado, apenas unas horas antes del evento. El Palacio también detalló que Kate, además, sería la encargada de proceder a la entrega de los trofeos, una vez terminada la final.
Kate Middleton : Standing ovation pour son retour à Wimbledon après 6 longs mois d'absence pour raison de santé . Elle porte la couleur royale du violet et elle est rayonnante. Enfin une bonne nouvelle !pic.twitter.com/Q0aajjH6K5
El modelo elegido para la ocasión fue un vestido de corte midi de color morado, de la marca Safiyaa, con falda de vuelo ligero y escote modificado. La prenda, entallada en la cintura y con los hombros cubiertos, nos dejó ver otra vez la pérdida de peso de Kate en los últimos meses, algo lógico y común en pacientes de cáncer. Aún así, el color vibrante de la prenda y la actitud sonriente y cálida de Kate, como de costumbre, palian el sufrimiento de sus más fieles admiradores alrededor del mundo. Ya por último, del vestido cabe comentar que, cuanto menos curioso es que esta firma de moda es una de las preferidas de Meghan Markle, quien viste con frecuencia sus piezas desde hace años.
El vestido lo complementó con unas pulseras tipo brazalete de la colección Halcyon Days Maya. También las tiene Sofía, duquesa de Edimburgo, con quien se sabe que Kate mantiene una relación muy estrecha. No es la primera vez que las lleva, aunque podrían suponer un guiño a alguien que quizá tampoco se ha separado de ella en estos tiempos difíciles. Su precio que ronda los 100 euros.
La segunda vez que la vemos
Es la segunda vez que Kate Middleton aparece en público desde su último acto oficial el 25 de diciembre de 2023. Tras esta fecha se precipitó, primero, el inesperado anuncio de una «operación abdominal» a principios de enero. Desde entonces no la vimos hasta hace justo un mes, durante el desfile Trooping the Colour.
Por el momento, se desconoce cuál será el próximo evento en el que participará, pero sus dosificadas apariciones parecen apuntar a un -esperemos- buen pronóstico de su enfermedad.
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