Una noche llena de emociones en la que el séptimo expulsado del programa reconocía que Amelicious le había «dado una paliza»: Pepe intentó hacer un brazo de gitano pero no logró convencer a los jueces. El músico quiso agradecer al equipo y a los compañeros su apoyo, y aseguró que ya son «su gente».
María, en cambio, vivió una jornada mucho más alegre. La aspirante de Tomelloso se tuvo que enfrentar en la repesca a José María, Jesús, Vero, Alex y Alicia: la prueba consistía en preparar diferentes postres en homenaje a la gastronomía madrileña, diseñados por Andy García, finalista de MasterChef 8. Pepe Rodríguez aseguró que el plato de María era «la perfección de la réplica».
Uno de los momentos más comentados del programa fue cuando Jordi Cruz llamó la atención a una de las aspirantes. Fue durante la valoración del postre de Fran: mientras Pepe Rodríguez analizaba el plato, los concursantes que ya habían sido valorados charlaban sin respetar a su compañero.
En ese momento, el juez quiso cortar la situación y abroncó directamente a Ofelia, que charlaba con José: «¿Puedes dejar de tontear un momento?». «No se lo están tomando en serio, se permiten el lujo de hacer tonterías en un programa 7. Te veo a ti (Fran) que haces un plato que no está bien, pero tienes una actitud tan buena que soy incapaz de decirte algo malo a ti y haberme callado con el resto», criticó Cruz.
«Me está dando tanto coraje que convertiría esta prueba en eliminación y a dos o tres os enviaría para casa. Me gustaría percibir en vosotros ganas de ganar Masterchef con cierto nivel y no lo estoy viendo», concluyó el chef. Por su parte, la gallega contestó entre dientes: «A mí ya Jordi no me gusta tanto...».
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