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Antiguos alumnos del colegio Sant Francesc de Palma celebraron la semana pasada su cena anual en el restaurante Can Pedro de Gènova.

Además de la alegría de compartir vivencias de hace unos 50 años, los amigos conversaron sobre el presente y divagaron sobre el futuro. Uno de ellos quiso brindar por los religiosos de la TOR y por los profesores del centro, «además de por nuestros vecinos, los padres jesuitas y sus alumnos, a los que deberíamos desear mucha suerte en su reclamación por conservar el histórico colegio de Montesión».

Como se sabe, existe un proyecto inmobiliario que persigue convertir este edificio educativo y religioso en un centro socio-sanitario.

Otro de los antiguos alumnos apostó por «celebrar nuestra reunión cada medio año: hay que aprovechar el tiempo, ahora que lo tenemos».

La cena terminó avanzada la noche con la camaradería y el buen espíritu franciscano, siempre prudente y humilde, pero tenaz, como dictan las enseñanzas de San Francisco de Asís.