Estos días algunos agricultores trabajan a contrarreloj. | Gori Vicens

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Las lluvias de los primeros días de enero -más de 30 litros en la zona de Felanitx- han dejando una buena sazón que ayudará y mucho a que los payeses puedan sembrar. De hecho, una gran mayoría estos días están trabajando a destajo para sembrar los diferentes cultivos que se habían retrasado debido a la escasez de lluvias durante los meses de noviembre y diciembre.

Es el caso del joven agricultor Biel Nicolau Suñer (de Cas Carter, de Son Proenç). Con tan sólo 18 años tiene a su cargo más de 250 cuarteradas, la mayoría destinadas al cultivo de cereales. Además tiene un rebaño de ovejas y se dedica al engorde de cerdos. Desde niño tiene claro que su pasión y su profesión es fora vila, y más desde que hace unos años su padre -que también era payés- falleciera súbitamente y él se pusiera al frente de las fincas. Es agricultor por vocación, aunque así como está fora vila hoy día no sabe si podrá dedicarse toda la vida a ello o si tendrá que tirar la toalla, aunque tiene claro que luchará hasta el final para seguir haciendo de su vocación su profesión.

Estos días trabaja a contrarreloj sembrando las fincas que cultiva, para que el grano nazca y crezca, cosa difícil hasta ahora después de dos meses sin prácticamente una gota de lluvia. De momento, lleva sembradas ya más de 60 cuarteradas pero espera poder sembrar todavía más, «la tierra indica que ahora está bien para la siembra y hay que aprovecharlo», explica Biel, que maneja unas 215 cuarteradas que son de la familia más otras 50 en las que trabaja por encargo del propietario. Todas son por la zona de Son Proenç (Felanitx) y es tierra buena para los cereales. Siembra mayoritariamente cebada mallorquina, avena, trigo y favor, destinado principalmente al consumo de sus propios animales así como también dedica una parte a vender.

El joven agricultor Biel Nicolau Suñer de Cas Carter, de 18 años.

En el período de cosecha, «junto con otros compañeros también nos dedicamos a hacer jornales para otros agricultores o propietarios», comenta Biel Nicolau, que, a pesar de su juventud ya ha montado su propia empresa de servicios agrícolas Cas Carter.

Trabajo y sacrificio

Preguntado por si es rentable ser agricultor a su edad, explica que «son muchas horas de trabajo y sacrificio. Si no cuentas con unas buenas espaldas detrás es muy difícil sacarlo adelante. La maquinaria es lo más caro», comenta. Tiene tres tractores, una sembradora, una embaladora, cultivadores y arados. Para hacer hortaliza también tiene una fresadora y una desbrozadora.

«Si tienes que empezar de cero, como afición está bien, pero dedicarse profesionalmente es muy difícil, la inversión a realizar es muy importante. Mi sueño es poderme dedicar siempre a esto», explica. Biel años atrás empezó a estudiar el grado medio de jardinería en el IES Felanitx, pero como su pasión eran las tareas agrícolas, enseguida que pudo se dedicó a ello, aunque no deja la formación: «próximamente haré un curso de fitosanitarios, y voy aprendiendo de otros agricultores, principalmente gente mayor que me da consejos, y su experiencia es muy enriquecedora».