David Carsí creció en el seno de una familia con raíces marineras, pero el oficio de marinero no fue su primera opción. «Primero estudié de mecánico y trabajé en un taller, luego me puse por mi cuenta y en mi taller, además de motores de coche, llevábamos el mantenimiento de barcos, algunos de ellos de pesca». A los 27 años le convencieron para hacerse marinero, así que se sacó los cursos necesarios, el título de patrón de pesca y se embarcó durante dos años, hasta que en 2009 su espíritu emprendedor le llevó a comprar un barco de pesca botado con el nombre de Virginia. Le enorgullece haber cambiado la base y devolver esta embarcación al puerto de Alcúdia, donde fue construida, antes de ser vendida y terminar en el Port de Pollença.
El mar le tira. «Mi bisabuelo y tíos de mi padre eran pescadores; siempre hemos sido gente del mar, pero alguien tiene que defender al sector, ayudar a los pescadores con la burocracia que nos está llevando hacia el abismo». En este sentido, explica que «somos pioneros en tener vedas, zonas protegidas y reservas marinas; además, un solo puerto de la Península tiene una flota más grande que la nuestra, pero no se ha tenido en cuenta ninguna de nuestras peculiaridades a la hora de aplicar las restricciones».
Carsi teme que «no llegue el relevo generacional y la pesca desaparezca, pese a que en Alcúdia los pescadores son jóvenes, con una media entre 25 y 50 años; pero solo nos quedan dos barcas de bou y en 5 años podrían desaparecer». La cofradía de pescadores de Alcúdia no se conforma con un papel pasivo y trabaja en la confección de un plan de gestión para la pesca en aguas interiores. Entre las dificultades que ya se avecinan, el ‘patró major' alerta sobre la disminución de la cuota de gamba roja, y de la posible falta de gambas, merluzas, bruixes y langostinos en el mercado, pues son especies que se pescan con arrastre. También de la llegada de barcos de fuera que, aunque es legal, pescan aquí emperadores y atunes. Finalmente está el papel del consumidor, que debe saber que puede comprar directamente a los pescadores y en su edificio del Port, siempre que pase por los controles de trazabilidad pertinentes.
3 comentarios
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Los chavales no quieren muchos tipos de trabajo,todo lo que sea trabajo físico naranjas de la china y los findes libres para salir de juerga,no sólo es el sector naval es la hostelería, polígonos etc.. Internet ha hecho mucho daño. Generación débil de mermelada.
Es triste ir al mercado del Olivar y observar que prácticamente todo el pescado es de afuera, Galicia, valencia,etc o de criadero. Baleares, una isla, sin pescadores ni pescado , increíble pero así es. No obstante hay millones de guiris consumiendo millones de helados cuyo 30% cae a las aceras de la zona guiri manchsndolas.
Pues sinceramente, si hay 32 barcas de bou, sobran las 32, lo destrozais todo, es una pesca que se lleva por delante todo lo que pilla tengan o no la medida, he visto en muchos puestos de pescaderia tanto en los mercados como en los super razas de peces para sopa porque son bebés y allí habia cap Roig, cantaras, variadas... Que no hacían más de 10 cm, vergüenza