Xisco Llompart es el presidente de la cooperativa que impulsa la mejora de los valores ambientales de la Isla. | RD

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Las cooperativas agroecológicas juegan un papel muy importante en el camino hacia la sostenibilidad. La unión hace la fuerza y esta alianza entre los productores locales abre puertas a la comercialización y asegura el futuro del campo. Pagesos Ecològics de Mallorca (PEM) nació en 2017 y en la actualidad se encuentra bien posicionada. Son más de 50 socios con dos secciones: ‘mé ecològic’ y huerta. Aunque en estos años ha habido altibajos se han logrado superar las dificultades. Así lo ha asegurado Xisco Llompart, presidente de esta cooperativa.

El buen momento que atraviesa PEM lo acredita el hecho de haber entrado a formar parte de la red estatal de cooperativas junto con otras 11 entidades, en el programa Sustentta que está impulsado por la Fundació Carasso.

Llompart explicó que «esta fundación nació de la familia Carasso, herederos de la venta de una importante marca de alimentación. Se dieron cuenta que el sistema alimentario no les gustaba y apostaron por financiar proyectos renovadores, ecológicos con sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente».

Con este programa las cooperativas tiene la oportunidad de compartir valores e intercambiar experiencias. «Nuestra realidad es muy diferente a la de otras cooperativas de fuera. La problemática no es la misma. Forman parte de esta red cooperativas recientes como otras de cien años de historia. Formar parte de este tejido nos aporta mucho. Hemos tenido tres encuentros presenciales. Hay muy buen ambiente. En Mallorca la problemática es la invasión de chalets o de placas solares, una urbanización masiva. Encontrar tierras que es imposible. En la península sus problemas son falta de personal, entre otros».

Llompart es optimista. «Cuando oyes que no se puede vivir de Fora Vila no es cierto. Lo que no se puede es vivir sin Fora Vila. Hay que descartar la idea de que el campo no es rentable. Si se invierte, si se trabaja, Fora Vila tiene futuro». Desde PEM, lo tienen muy claro. «Si conseguimos alianzas con los consumidores locales las posibilidades de crecimiento son enormes. Que haya nuevos productores interesados es muy alentador», declaró.

Dos grandes pilares económicos de la cooperativa son la hostelería y la restauración. Así el presidente de la cooperativa explicó un poco la evolución «el me ecológico lo servíamos a carnicerías y a particulares pero en los últimos 20 años ha bajado el consumo por la entrada del modelo industrial de producción. Es un sistema que ha arruinado la calidad del producto». Añadió que su reto es apostar por el consumidor local. «Lucharemos por vender el producto localmente. Tenemos un mercado competitivo en Ciutat, un proyecto con escoletas. Hay que poner en valor el producto local y ecológico».