El imparable encarecimiento del precio de la energía en el último año ha perjudicado, directa o indirectamente, a todos los sectores. Lo ha hecho también y, especialmente, a los ciudadanos con menores ingresos: la factura de la luz ha experimentado subidas de entre el 30 % y el 50 % en el último año, agravando la problemática de la inflación general. Este viernes, con motivo del Día de la Energía, rescatamos cinco consejos principales de la Organización de Consumidores Unidos (OCU) para tratar de ahorrar en el recibo de la luz con sencillos gestos:
1. Estudia la tarifa que más te convenga: ¿PVPC o mercado libre?, ¿una tarifa fija o una tarifa indexada cuyo precio cambia día a día?, ¿gas y luz en la misma tarifa o por separado? Pues depende de muchos factores. Hacer una buena elección supone un ahorro determinante pero la confusión del mercado, la falta de transparencia, la información confusa que reciben los consumidores hace que en realidad muchos de nosotros no tengamos claro ni cuánto pagamos, ni a quién, ni por qué conceptos
2. Usa los electrodomésticos de forma eficiente: Usar bien los electrodomésticos no solo alarga su vida, con el consiguiente ahorro, sino que además permite reducir el consumo de energía. Así, la OCU propone:
- Elegir los programas que funcionan a temperaturas bajas (al calentar el agua es cuando más consumen): los programas ECO del lavavajillas, o lavar a 40º C la ropa se traduce en un ahorro del 40% en luz.
- Vigilar dónde se instala el frigorífico y/o congelador: estudiar dónde está colocado (alejado de las fuentes de calor, con bastante espacio alrededor), no poner el termostato a tope, aumentar su eficiencia evitando introducir alimentos calientes que suben la temperatura del interior.
- Apagar placas eléctricas o el horno un poco antes de que acabe el tiempo de cocción y aprovechar el calor residual.
- Mantener bien limpios los electrodomésticos: es clave para aumentar su eficiencia, y eso se traduce en euros.
3. No dejes los electrodomésticos en 'stand by': Cuando dejes de usar un aparato, apágalo del todo, no lo dejes en modo stand by, porque, aunque mucho menos, sigue consumiendo. Si apagas del todo la tele, el ordenador, el cargador o el equipo de música cuando no los estés utilizando, recortarás en un 10 % tu consumo energético, que para un consumo medio (de 3.500 kWh/año) supone más de 50 euros anuales.
4. Revisa si puedes acogerte al bono social: Si puedes acceder al bono social, no lo dudes. Esta opción puede ahorrarte unos 150 euros al cabo del año. Sin embargo, muchas de las personas que podrían beneficiarse de esta ayuda no lo hacen, básicamente por desconocimiento. Una de las ventajas de tener activado el bono social, que es cada año te beneficias de forma adicional del bono térmico. Este bono consiste en una ayuda anual, que varía en función de la zona climática en la que se ubica la vivienda y el tipo de consumidor vulnerable (severo o no). Esta ayuda se entrega durante el primer trimestre de cada año, a todos los beneficiarios del bono social eléctrico que lo tuvieran activo a fecha 31 de diciembre. El objetivo es ayudar a cubrir las necesidades energéticas para calefacción, agua caliente. El bono oscila entre 25 y 124 euros que te deben llegar por medio de una transferencia durante el primer trimestre del año.
5. Mucha atención a la temperatura: el uso de calefacción o aire acondicionado conlleva mucho peso en la factura. Para evitarlo, se debe jugar con la temperatura hasta conseguir el equilibrio entre ahorro y bienestar. Así, tener la casa a 21 ºC en vez de a 24 recorta en un 20% el consumo energético, del mismo modo que no bajar el aire acondicionado por debajo de 23 o 24 ºC en verano.
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