Pareja besándose, en una imagen de recurso. | Vera Arsic
«El beso es una forma de diálogo», decía la escritora francesa George Sand en el siglo XIX. Es algo muy humano e íntimo. Restándole toda la aura mágica que los envuelve, el beso se define como tocar a alguien con los labios, en cualquier parte del cuerpo, no solo en los labios. La forma de besarse cambia según factores culturales y temporales: en el Imperio Romano cuando los ciudadanos se saludaban por la calle, lo hacían dándose un beso en la frente o incluso en los labios; en la misma época, se estilaba besarse uno su propia mano y extenderla después a otra persona o alguna figura, en señal de admiración o respeto. Para lo mismo, los musulmanes besaban el hombro de a quien pretendían honrar.
1 comentario
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pero... beso con lengua o sin lengua ??? que "raro" que una potencial transferencia de microbios sea tam bien vista y bienvenida