En el calor del verano, una bebida fría puede ser la elección perfecta para refrescarse y disfrutar del día. Las opciones más populares suelen ser la cerveza, el tinto de verano y la sangría. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál de estas puede contribuir más a la ganancia de peso? Vamos a desglosar las implicaciones nutricionales de estas tres bebidas favoritas para los meses de calor. La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo, tiene un contenido calórico que varía en función del tipo. La estándar contiene alrededor de 150 calorías por lata o botella de 330 ml, mientras que las light pueden tener tan solo 100. Sin embargo, también puede tener un efecto significativo en el apetito, lo que podría llevar a comer en exceso y aumentar las calorías totales consumidas.
El tinto de verano, una mezcla refrescante de vino tinto y refresco de limón, tiene un contenido calórico similar a la cerveza, oscilando alrededor de las 150-160 por copa de 250 mililitros. No obstante, el contenido de azúcar puede ser más alto debido al refresco, lo que podría contribuir a la ganancia de peso si se consume en exceso. Por último, la sangría, una mezcla de vino tinto, frutas y a veces brandy o algún otro licor, puede ser la que te haga engordar más de las tres. Un vaso de 250 mililitros puede contener hasta 200 calorías o más, dependiendo de la receta. Las frutas pueden añadir valor nutricional, pero también más azúcar.
Entonces, ¿cuál de estas bebidas engorda más? La respuesta depende más de cuánto consumes que de qué. Todas contienen calorías y pueden contribuir a la ganancia de peso si se toman en grandes cantidades. Además, es importante recordar que el alcohol en sí mismo tiene 7 calorías por gramo, casi el doble que los carbohidratos o las proteínas. También puede afectar a tu metabolismo y a tu juicio, lo que puede llevar a comer más de lo que te das cuenta. En resumen, mientras que la sangría puede tener ligeramente más calorías que la cerveza o el tinto de verano debido a su contenido de fruta y posible contenido de licor, todas ellas pueden hacerte engordar si se toman en exceso. Como con todo, la moderación es clave, y es importante disfrutar de estas bebidas estivales de manera responsable.
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Lo mejor para no deshidratarse en verano es el agua o los zumos de frutas naturales exprimidos por nosotros mismos directamente de la fruta. Las bebidas alcohólicas hacen engordar, deshidratan y su consumo diario puede conllevar a enfermedades hepáticas (digestivas), cardiovasculares (hipertensión arterial), renales (insuficiencia renal), fóvea en extremidades inferiores y neurológicas (por no hablar de la resaca del día posterior mientras tu cuerpo trata de eliminar dicho tóxico). Ojo con el alcohol que consumido habitualmente se puede convertir en un "amigo" traicionero. A su vez si nos ponemos al volante podemos hasta acabar en prisión para el caso de que tengamos un accidente. Como profesional sanitario recomiendo no beber alcohol jamás.