Te explicamos que consecuencias puede producir en el organismo un exceso de esta sustancia. | Pexels - Towfiqu Barbhuiya

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Existen diferentes tipos de edulcorantes, entre ellos el aspartamo, la sacarina, la sucralosa, el acesulfamo-k y la stevia. Todos ellos se utilizan principalmente como sustitutivos del azúcar, pero hoy hablaremos en concreto del primero, el aspartamo, que la OMS lo ha calificado como posible cancerígeno. Principalmente está formado por 3 componentes clave: fenilalanina, ácido aspártico y metanol. Lo habitual es encontrar este edulcorante en las bebidas gaseosas sin azúcar, chicles, y mermeladas de frutas.

El problema de esta sustancia es que al 75% de los usuarios que la consumen les provoca efectos secundarios, haciendo que su organismo no los tolere. Esto se debe a la forma que tiene esta sustancia de distribuirse en el organismo, algo que puede provocar adicciones ya que afecta al mecanismo de acción de la dopamina en el cerebro. Se caracteriza por tener una rápida absorción y una excreción lenta.

En cuánto a si es malo o no el edulcorante aspartamo, en sus contraindicaciones advierte que puede provocar problemas de salud como son migrañas, depresión, cardiopatías, problemas cognitivos, de comportamiento y de desarrollo seguidos de demencia, diabetes e incluso cáncer. Además que la FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos, ha registrado informes de 92 problemas médicos derivados de este componente que van desde dolor abdominal hasta nauseas y mareos.

El aspartamo no se debe consumir por personas que padezcan el trastorno genético fenilcetonuriua, además de ciertos trastornos hepáticos o en mujeres embarazadas con altos niveles de fenilalanina en sangre. Puesto que no se metaboliza correctamente en estas personas.

La FDA ha especificado también que el consumo de un nivel aceptable del aspartamo, siempre con moderación, son de 50 miligramos por kilogramo por día. En ese caso no comprometería a nuestra salud. Pero aunque podamos consumir esas cantidades lo recomendable es evitarlo tanto como podamos o que no formen parte de nuestra dieta diaria.