Los frutos secos en las ensaladas nos añaden propiedades y beneficios. | Pexels - Marta Branco

TW
0

Se acerca el verano y nos apetece comer platos fríos más que calientes, por eso, una buena opción es recurrir a las ensaladas. Además, esta comida nos permite ser muy versátiles en cuánto a los ingredientes, ya que basta tirar de imaginación y añadirle lo que más nos apetezca en ese momento. Los frutos secos en la ensalada son un buen recurso para añadirle propiedades y beneficios, y proporcionarnos un sabor que macará la diferencia.

También son una gran fuente de energía y combinan idealmente con cualquier tipo de verdura de hoja verde. Aun que cualquier fruto seco puede ir bien dentro de la ensalada hay algunos que prevalecen ante otros. Es el caso de las nueces, los cacahuetes, almendras y pipas de calabaza que cumplen una serie de características:

Nueces

Su textura y sabor le dan el toque especial a cualquier ensalada que hagamos. Para tener un plato completo podemos combinar las nueces con una base de lechuga, la que más nos guste, acompañado de alguna proteína. El pollo o el tofu pueden ser grandes aliados.

Cacahuetes

Los cacahuetes nos aportan multitud de beneficios a nuestro cuerpo como el fortalecimiento del sistema inmune gracias a los antioxidantes y ácidos grasos. Además de prevenir enfermedades cardiovasculares como el colesterol y fortalece los músculos del corazón.

Almendras

Lo mejor de este fruto seco es que combina a la perfección con la fruta y con las pasas. Contiene antioxidantes y previene el envejecimiento prematuro, y también mejora la salud de la piel. Los vegetarianos y veganos las suelen consumir puesto que tienen un alto porcentaje de proteínas.

Pipas de calabaza

Las pipas le dan el toque crujiente a la ensalada, aparte de mejorar su textura y sabor. Nos aportan vitaminas del grupo B, excepto la B12, potasio, fósforo, calcio, magnesio, selenio y zinc. También son una fuente de grasas saludables como el Omega-3 y el Omega-6. Para finalizar y ya darle un toque especial le podemos añadir algún aliño que se salga de lo habitual. La salsa de yogur casera o una vinagreta de mostaza pueden ser opciones ricas y saludables.