Durante el verano, la cifra de ahogamientos aumenta notablemente debido a la concurrencia de los espacios acuáticos. Especialmente en la playa, los elementos naturales pueden jugar en contra de los bañistas que desconocen la zona. Ser capaz de nadar no es el único requisito para evitar ahogarse, por ese motivo, es importante conocer unos principios básicos que pueden salvarnos la vida. Para saber cómo actuar ante los ahogamientos, Carlos de España, asesor y presidente de la Federació Balear de Salvament i Socorrisme de les Illes Balears (FSSIB), explica cómo reaccionar.
Ante una situación de ahogo, una vez hayamos identificado que la víctima realmente no puede salir del agua y está realizando señales de socorro, debemos avisar a los servicios de emergencia y dejar actuar al socorrista. En caso de que la situación suceda fuera de un espacio con vigilancia, «si nos vemos capaces de actuar, hay que buscar un sistema de flotación y hacérselo llegar mientras nos mantenemos seguros en la distancia», expone Carlos de España. En todo momento, hay que alejarse del lugar que ha ocasionado el peligro.
Si por otro lado, surgen dudas o no se posee el conocimiento necesario sobre primeros auxilios, lo prioritario es llamar al 112 y tratar que la persona se relaje. «Un cuerpo relajado siempre flota más que uno en tensión», añade el presidente de la FSSIB. Por lo tanto, lo recomendable es «no luchar contracorriente, ya que la mente y el cuerpo, fisiológicamente, se fatigan y no pueden mantenerse sobre la superficie». Lo realmente efectivo es, una vez el bañista se encuentre preparado, tratar de salir a la orilla nadando en diagonal, evitando el núcleo de la corriente, factor que ha podido ocasionar el riesgo de ahogamiento.
Para evitar que sucedan estas situaciones en las playas, lo recomendable es «disfrutar del baño en zonas vigiladas durante el horario de socorrismo». Además, «es importante conocer el lugar y evitar las corrientes marinas», que como ya ha contado Carlos de España, son un gran peligro tanto para bañistas expertos como para principiantes. También, aconseja no tirarse desde rocas o zonas con poca profundidad y hacer caso a las banderas. El experto recuerda que «la bandera roja prohíbe totalmente el baño», puesto que indica condiciones muy peligrosas, como oleaje agitado y fuertes corrientes. Es crucial no utilizar zonas destinadas a embarcaciones, como pueden ser los canales o mar abierto, delimitado siempre por las balizas.
Asimismo, es fundamental mantener una «vigilancia constante en los niños pequeños». Los menores de edad y las personas mayores son los más propensos a sufrir ahogamientos. Por lo tanto, serán los dos grupos de edad que más precauciones deben tomar. Además, las personas con diversidad funcional deberán optar por playas con dispositivos accesibles a personas de movilidad reducida (PMR) para prevenir riesgo. Por otra parte, «las personas ebrias deben evitar el baño completamente», dado que carecen de su capacidad para mantenerse estables sobre el mar.
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