En una era en la que la sostenibilidad y la autenticidad se valoran por encima de todo, hacer tu propio jabón casero es un paso positivo hacia una vida más ecológica y saludable. No solo reduces la cantidad de productos químicos que pueden entrar en contacto con tu piel, sino que también reduces el consumo de envases de plástico. Además, el proceso de elaboración de jabón es sorprendentemente terapéutico y divertido. A continuación, te presentamos una receta fácil y segura para que empieces.
Antes de sumergirnos en la receta, es fundamental entender por qué deberías considerar hacer tu propio jabón. Los productos que son comerciales suelen estar llenos de productos químicos y fragancias artificiales que, a largo plazo, pueden no ser ideales para la salud de tu piel. Al hacer tu propio jabón, tienes control total sobre los ingredientes, lo que significa que puedes elegir componentes naturales y beneficiosos.
Ingredientes básicos:
Aceite de oliva: actúa como una base suave y es fantástico para hidratar la piel.
Sosa cáustica: esencial para el proceso de saponificación. Es un componente alcalino que, cuando se combina con aceites, crea jabón. Siempre úsalo con precaución y usa guantes y gafas de protección.
Agua: para disolver la sosa cáustica.
Aceites esenciales (opcional): para dar fragancia y beneficios adicionales al jabón.
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos tus ingredientes y herramientas listos. Necesitarás guantes, gafas de protección, una balanza, una batidora de mano, moldes para jabón y una espátula. Con guantes y gafas de protección puestos, mide cuidadosamente la cantidad correcta de sosa cáustica. En un recipiente resistente al calor, agrega lentamente la sosa al agua (nunca al revés) y revuelve hasta que esté completamente disuelta. La mezcla se calentará, así que ten cuidado. Deja enfriar. Mientras la solución que hemos preparado se enfría, calienta el aceite de oliva en una olla grande hasta que esté aproximadamente a la misma temperatura que la solución de sosa.
Lentamente, agrega la solución de sosa cáustica al aceite de oliva mientras mezclas con una batidora de mano. Continúa mezclando hasta que la mezcla alcance la "traza", que es cuando la mezcla es lo suficientemente espesa como para que al levantar la batidora, deje una marca en la superficie. Si decides agregar fragancia a tu jabón, este es el momento. Mezcla bien para asegurarte de que el aceite esencial se distribuya uniformemente.
Con cuidado, vierte la mezcla en tus moldes. Golpea suavemente los moldes en una superficie para asegurarte de que no haya burbujas de aire. Coloca los moldes en un lugar seco y fresco y déjalos reposar durante al menos 24 horas. Después de este tiempo, puedes desmoldar el jabón y dejarlo curar durante 4-6 semanas en un lugar fresco y seco.
Hacer tu propio jabón es una forma excelente de garantizar que solo los ingredientes más naturales toquen tu piel. Aunque el proceso requiere precaución, sobre todo cuando se trabaja con sosa cáustica, los resultados son excepcionales: un jabón suave, natural y completamente personalizado según tus preferencias. A medida que te familiarices con el proceso, puedes experimentar con diferentes aceites, hierbas y fragancias para crear jabones verdaderamente únicos. ¡Dale una oportunidad y descubre el placer de la jabonería casera!
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El aceite de oliva puede ser el menos caro o tiene que ser virgen extra?