Los perros son las mascotas más fieles. | Yaroslav Shuraev

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Los perros son conocidos por ser los mejores amigos del hombre, pero ¿alguna vez te has preguntado si hay cosas que hacemos que puedan molestar o incluso dañar a nuestros fieles compañeros? A continuación, exploramos diez comportamientos humanos que pueden ser desagradables o perjudiciales para ellos, ayudándote a entender más a tu mascota y a mejorar vuestra relación.

1. Gritos y castigos físicos

Los perros son muy sensibles al tono de voz y al lenguaje corporal. Los gritos y castigos físicos no solo son ineficaces para la disciplina, sino que también pueden causar miedo, ansiedad y problemas de comportamiento en los perros. Ellos no entienden el motivo de nuestros gritos y siempre se esconden con miedo al escucharnos con ese tono de voz.

2. Falta de rutina y reglas claras

Los perros prosperan con la rutina y la previsibilidad. Una falta de reglas claras y una rutina inconsistente pueden hacer que el perro se sienta inseguro y confundido, afectando su comportamiento y bienestar emocional. Siempre intenta pasear a tu perro a una hora determinada, aunque nunca sea la exacta pero si aproximada.

3. Forzar interacciones sociales

Al igual que los humanos, los perros tienen diferentes niveles de sociabilidad. Forzar a un perro a interactuar con personas o perros cuando no quiere, puede ser una experiencia estresante y desagradable para él. Puedes intentar acercarlo pero si ves que se retira no sigas insistiendo, será más perjudicial para él.

4. Contacto físico incómodo

Aunque muchos perros disfrutan del contacto físico con sus dueños, hay ciertas formas de tocar que pueden ser incómodas o amenazantes para ellos, como abrazos apretados, tocarles la cara, la cabeza o la cola, o acercarse demasiado a su espacio personal. Siempre hazlo de manera suave y gradual, recuerda que aunque no les guste te lo permiten porque te quieren.

5. Falta de ejercicio y estimulación mental

Nuestros mejores amigos necesitan ejercicio regular y oportunidades para estimular su mente. La falta de actividad física y mental puede llevar a un comportamiento destructivo, obesidad y problemas de salud. Intenta que al menos uno de los paseos diarios sea más largo y en casa compra algún juguete con premios para que se entretenga mientras está solo.

6. Inconsistencia en la comunicación

Enviar señales mixtas o contradictorios en la comunicación puede confundir a nuestros caninos. Por ejemplo, permitirles subir al sofá un día y castigarlos por hacerlo al siguiente. Si tienes por costumbre permitirles una cosa que no venga otra persona a decir lo contrario.

7. Vestirlos con ropa incómoda

Aunque algunos dueños encuentran adorable vestir a sus mascotas, muchos de ellos encuentran la ropa incómoda y restrictiva, especialmente si no están acostumbrados desde pequeños. Si es necesario en invierno ya que tienen el pelaje corto, pónselo a ratos en casa para que aguanten después todo el paseo.

8. No Respetar su independencia

Si bien es cierto que son animales de manada y disfrutan de la compañía, también necesitan su espacio y tiempo a solas. No respetar su independencia puede hacerlos sentir agobiados. Si ves que tu can está descansando no le molestes y dejalo tranquilo, seguro que después viene a verte con más ganas.

9. Uso excesivo de correas cortas

Las correas cortas pueden ser restrictivas y estresantes para los perros, especialmente si se usan de manera inapropiada. Es importante darles suficiente espacio para explorar y oler durante los paseos. Si puedes comprar una correa extensible para ir alternando será lo mejor para ellos ya que así podrán ir a su ritmo.

10. Cambios bruscos en su entorno

Los perros pueden ser sensibles a los cambios en su entorno, como mudanzas, nuevos miembros en la familia o la pérdida de un ser querido. Estos cambios pueden causarles estrés y ansiedad. Por este motivo hay que ir haciendo dichos cambios de manera gradual y progresiva.

Comprender lo que nuestras mascotas odian de los humanos es importante para mantener una relación saludable y feliz. Al evitar estas prácticas y ser más conscientes de sus necesidades y señales, puedes construir un vínculo más fuerte y amoroso con tu perro. Recuerda que cada can es único, y lo que puede ser incómodo para uno, puede no serlo para otro. La clave está en conocerlo, respetar sus límites y proporcionarle un ambiente seguro, amoroso y estimulante.