El estilo de vida influye a la hora de perder peso. | Freepik

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Un análisis de varios estudios revela el momento óptimo del día para maximizar los beneficios del ejercicio. El debate sobre cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio y facilitar la pérdida de peso es un tema de interés constante tanto para aficionados al fitness como para profesionales de la salud. Recientes investigaciones arrojan luz sobre esta cuestión, sugiriendo que el tiempo del día en que se ejercita podría influir en la eficacia del entrenamiento para perder peso y mejorar la salud.

Un estudio realizado en Estados Unidos evaluó durante 12 semanas a hombres y mujeres saludables y activos, quienes participaron en un programa de dieta y entrenamiento. La mitad del grupo realizó sus ejercicios diarios de una hora por la mañana antes del desayuno, mientras que la otra mitad lo hizo antes de la cena, por la noche. Los resultados mostraron diferencias notables, especialmente en las mujeres, quienes al ejercitarse por la mañana quemaron un 7% más de grasa abdominal y redujeron su presión arterial un 7% más en comparación con aquellas que entrenaban por la noche. Además, se encontró que hacer ejercicio antes de desayunar puede ayudar a quemar hasta un 70% más de grasa que hacerlo después de comer.

Otro aspecto relevante es la influencia del ejercicio matutino en el índice de masa corporal (IMC) y el perímetro de cintura. Las personas que reportaron hacer deporte por la mañana mostraron un IMC y un perímetro de cintura inferiores en comparación con aquellos que ejercitaban en otros momentos del día. Aunque estos individuos tendían a ser más sedentarios durante el resto del día, aún así mantenían un peso más bajo. Estos datos sugieren que la actividad física matutina puede tener un impacto positivo más allá de la duración del ejercicio en sí.

A pesar de estos hallazgos, es importante recordar que la consistencia y la adaptación del ejercicio a las necesidades y rutinas personales son cruciales. Un aspecto clave es la facilidad de integrar el ejercicio en la rutina diaria, lo que aumenta la probabilidad de mantener una práctica regular. Por lo tanto, aunque la evidencia favorece al ejercicio matutino en términos de pérdida de peso y salud cardiovascular, la elección del mejor momento para ejercitarse debe considerar también el estilo de vida, preferencias personales y compromisos diarios de cada individuo.

Aunque la ciencia apunta a la mañana como el momento más eficaz para ejercitarse en términos de adelgazar y mejorar indicadores de salud, la regularidad y adaptación del ejercicio a la vida diaria son igualmente importantes. La clave está en encontrar un equilibrio que se ajuste a las necesidades de cada persona y permita mantener una práctica de ejercicio constante y efectiva.