Un mito muy extendido es que nuestras rodillas se desgastan al correr | Freepik

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El ejercicio es fundamental para mantener un estilo de vida saludable, pero en torno a él giran numerosos mitos que pueden confundir e incluso desmotivar a muchas personas. A continuación, desmentimos algunos de los más extendidos para que puedas enfocarte en lo que realmente importa.

1. Más horas, mejores resultados: Contrario a la creencia popular, no es necesario pasar horas en el gimnasio para ver beneficios. Estudios sugieren que incluso breves sesiones de actividad física son eficaces para mejorar la salud cardiovascular y la fuerza muscular.

2. Correr es perjudicial para las rodillas: Contrario a la creencia popular de que correr las desgasta, la evidencia muestra que el ejercicio regular puede ayudar a regenerar las articulaciones, siempre y cuando se evite el exceso y se sigan prácticas adecuadas de entrenamiento.

3. La necesidad de ejercitarse todos los días: Aunque el ejercicio regular es importante, descansar también lo es. Los músculos necesitan tiempo para recuperarse después de un entrenamiento, y el exceso de ejercicio sin descanso adecuado puede llevar al sobreentrenamiento y las lesiones.

4. Correr como la panacea para quemar calorías: Aunque correr es efectivo para quemar calorías, no es la única ni la mejor opción para todos. Técnicas como el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) y el levantamiento de pesas pueden ser igualmente o más eficaces.

5. La pérdida de grasa localizada: La idea de que puedes reducir grasa en áreas específicas del cuerpo mediante ejercicios dirigidos es un mito. La pérdida de peso ocurre de manera generalizada en el cuerpo, siguiendo un patrón genético.

6. Sudar como indicador de eficacia: Sudar más no necesariamente significa que estés quemando más calorías. La sudoración es un mecanismo de enfriamiento del cuerpo, no un indicador de la cantidad de grasa que estás quemando.

7. Levantar pesas y la pérdida de flexibilidad: Existe el mito de que el levantamiento de pesas puede reducir la flexibilidad. Sin embargo, la verdad es que puede aumentarla, especialmente si se combina con ejercicios de estiramiento y movilidad.

8. Ejercitarse solo por la mañana: Mientras que hacer ejercicio por la mañana tiene sus beneficios, el mejor momento para ejercitarte es aquel que se ajuste a tu horario y cuando te sientas más energético y motivado.

Estos mitos, a menudo perpetuados por la falta de información o conceptos anticuados, pueden desviar la atención de lo que verdaderamente importa en un régimen de ejercicio: la consistencia, el escuchar a tu cuerpo y encontrar un balance que funcione para ti. La clave es recordar que el ejercicio debe ser una actividad placentera y sostenible, adaptada a las necesidades y objetivos individuales, más allá de las generalizaciones y los mitos.