Para prevenir la otitis externa sin renunciar a los baños, es fundamental adoptar ciertas medidas. En primer lugar, es esencial secar bien los oídos después de nadar, inclinando la cabeza de lado para eliminar el agua y usando una toalla suave para secar la parte externa de la oreja. Además, el uso de tapones para los oídos o gorros de baño puede ser muy efectivo para mantener los oídos secos.
Otra recomendación es evitar el uso de bastoncillos de algodón, que pueden irritar el conducto auditivo y eliminar la cera protectora. En su lugar, se pueden utilizar soluciones óticas específicas para limpiar los oídos sin causar daño. También es aconsejable evitar nadar en aguas potencialmente contaminadas y no permanecer mucho tiempo en el agua para reducir la exposición prolongada a la humedad.
Para aquellos que practican deportes acuáticos, aplicar gotas de alcohol boricado tras el baño puede ayudar a evaporar el agua residual en el conducto auditivo, reduciendo el riesgo de infección. Es importante recordar que la cera del oído actúa como una barrera protectora natural contra las bacterias, por lo que no debe eliminarse de forma constante.
Si se experimenta dolor, picazón o cualquier síntoma de infección en los oídos, es crucial consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones. La otitis externa, si se trata a tiempo, suele mejorar en pocos días con el uso de analgésicos y gotas óticas con antibiótico y corticoides.
1 comentario
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Nací con otitis Hace casi 30 años que no me he bañado en el mar porque, con lo contaminada que está el agua en casi todos sitios, las últimas veces que lo hice ni siquiera los tapones impidieron que se inflamasen los oídos ya que en mi caso es suficiente con que me entre un poco de agua en la boca. Pensé: más vale prevenir que curar y si quiero refrescarme me doy una ducha en casa porque, al fin y al cabo, el agua del mar por limpia que esté deja la piel empapada de salitre y todo el mundo termina después duchándose con agua dulce. A la playa voy simplemente para caminar sobre la arena y suelo hacerlo pasadas las 5 de la tarde. Me da igual no broncearme porque tampoco quiero tentar al cáncer de piel aunque me ponga crema solar, aparte de que me aburre estar tumbado al sol.