Imagen de archivo de la cabina de un avión.

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En las escapadas express low cost uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los viajeros es el temido cobro por el equipaje extra. Las aerolíneas suelen ofrecer distintas tarifas: desde billetes en los que se incluye la facturación de maletas y la elección de asientos, hasta ofertas muy económicas, pero sin más prestaciones que el simple trayecto en vuelo. Además, ante estos últimos viajeros, las compañías suelen ser muy estrictas con el equipaje, admitiendo por lo general tan solo un pequeño bolso o mochila.

Puede que este verano, para ahorrarte un poco de presupuesto, optes por volar con este tipo de billetes, pero...¿qué pasa si no te cabe todo lo que pretendes llevar en la bolsa? Tranquilo, porque...hecha la ley, hecha la trampa. En internet algunos usuarios han compartido distintos trucos para poder sortear este tipo de obstáculos para los viajeros. En este artículo te contamos una de las soluciones más extendidas y más seguras para pasar algunas cosas más al avión sin ser cazado por ello: el truco del cojín reposacuellos.

El cojín reposacuellos se ha convertido en un accesorio habitual entre los pasajeros frecuentes o aquellos que realizan trayectos largos. Al ser de pequeñas dimensiones y para el bienestar personal durante el viaje, las aerolíneas no ponen pegas para que sus pasajeros -incluso los de las tarifas económicas- los lleven consigo en el avión. Y aquí la oportunidad. La idea es hacerse con uno de estos cojines, pero escoger aquellos que no están rellenos de espuma, sino vacíos (también puedes comprar el cojín relleno y vaciarlo tú mismo). Así, puedes rellenarlo con todo aquello que no te quepa en la mochila, preferiblemente elementos blandos y pequeños, como ropa interior o ropa sucia (al regreso del viaje).