Estos insectos pueden ser vectores de varias enfermedades | Erik Karits

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Con la llegada del verano, aumenta el riesgo de sufrir picaduras de garrapatas, pequeños parásitos que pueden transmitir enfermedades graves como la enfermedad de Lyme y la anaplasmosis. Estos arácnidos suelen encontrarse en áreas con vegetación densa y hierba alta, donde esperan a adherirse a sus huéspedes. Afortunadamente, hay varios métodos efectivos para prevenir sus picaduras y evitar sus peligrosos efectos.

Una de las estrategias más recomendadas es vestir ropa adecuada cuando se pasa tiempo al aire libre. Usar prendas de colores claros, mangas largas y pantalones metidos dentro de los calcetines puede dificultar que las garrapatas accedan a la piel. Además, se aconseja aplicar repelentes de insectos que contengan DEET, picaridina o aceite de eucalipto limón, los cuales han demostrado ser eficaces para mantener alejadas a las garrapatas.

Otra medida preventiva crucial es el tratamiento de la ropa y el equipo con permetrina, un insecticida que no solo repele, sino que también mata a las garrapatas al contacto. Esta sustancia puede aplicarse a la ropa, botas, mochilas y otros artículos que se usen durante actividades al aire libre.

En el hogar y el jardín, mantener la hierba corta, eliminar las hojas y la maleza, y crear barreras de grava o astillas de madera alrededor de las áreas frecuentadas puede reducir significativamente el riesgo de exposición a garrapatas. También es importante revisar y cepillar a las mascotas regularmente, ya que ellas pueden transportar garrapatas al interior del hogar.

Si a pesar de las precauciones se encuentra una garrapata adherida a la piel, es fundamental retirarla correctamente para minimizar el riesgo de infección. Usar unas pinzas finas para agarrar la garrapata lo más cerca posible de la piel y tirar de ella hacia arriba con un movimiento firme y constante es el método recomendado. Evitar aplastar o retorcer la garrapata, ya que esto puede liberar bacterias patógenas en la piel. Después de la extracción, limpiar bien el área con alcohol o jabón y agua, y guardar la garrapata en un frasco o tomarle una foto para su identificación posterior en caso de que se presenten síntomas de enfermedad.

Finalmente, realizar inspecciones diarias del cuerpo después de haber estado en áreas propensas a garrapatas es una práctica esencial. Las garrapatas suelen adherirse en áreas cálidas y húmedas del cuerpo, como detrás de las rodillas, en las ingles, axilas, detrás de las orejas y en el cuero cabelludo, por lo que una revisión minuciosa es vital.