En inglés este efecto es conocido como el earworm. | Freepik

TW
0

Es probable que hayas experimentado la situación de no poder sacar una canción de tu cabeza. Este fenómeno, conocido como earworm (gusano auditivo), es común y tiene diversas causas, según explican los expertos.

Los earworms se inician generalmente por la exposición repetida a una canción, especialmente si tiene una estructura melódica simple y predecible. La corteza auditiva, responsable del procesamiento de los sonidos, favorece las melodías fáciles de recordar, lo que hace que ciertas canciones se queden más grabadas en nuestra mente que otras.

El estado emocional también juega un papel crucial. Cuando estamos nostálgicos, ansiosos o cansados, nuestro cerebro es más susceptible a retener fragmentos de canciones. Estas melodías pueden evocar emociones específicas, y nuestra mente tiende a reproducirlas repetidamente en un intento inconsciente de procesar esos sentimientos.

Una de las teorías que se ha explorado para explicar este fenómeno es el efecto Zeigarnik, que sugiere que tendemos a recordar mejor las tareas incompletas. Aplicado a las canciones, esto podría significar que si no hemos escuchado una canción completa, nuestro cerebro sigue repitiendo el fragmento en un intento de «completar» la experiencia.

Para deshacerse de un earworm, los expertos sugieren dos métodos: la distracción y la saturación. La distracción consiste en ocupar la mente con otra actividad que requiera concentración, como resolver un sudoku o escuchar otras canciones. La saturación, por otro lado, implica escuchar la canción completa varias veces hasta que el cerebro deje de encontrarla interesante.