Químicos tóxicos y microplásticos son liberados durante su exposición al sol. | Freepik

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Beber agua de una botella de plástico que ha estado expuesta al sol durante un periodo prolongado puede poner en riesgo tu salud debido a la liberación de compuestos orgánicos volátiles (COV) y microplásticos. Estudios recientes, como el realizado por el Laboratorio de Contaminación Ambiental y Salud de la Universidad de Jinan, han demostrado que las botellas de plástico sometidas a la radiación ultravioleta-A (UV-A) y a la luz solar emiten una mezcla de sustancias químicas tóxicas, incluidos carcinógenos como el n-hexadecano.

La investigación reveló que todas las botellas analizadas liberaron una variedad de alcanos, alquenos, alcoholes, aldehídos y ácidos, con variaciones significativas en su composición y concentración. Esta liberación se incrementa con el tiempo de exposición, lo que implica un riesgo acumulativo para la salud humana.

El Dr. Huase Ou, investigador principal del estudio, advirtió que los consumidores deben ser conscientes de estos peligros, especialmente en entornos donde las botellas de agua pueden estar expuestas al sol durante largos periodos. Además, esta evidencia destaca la necesidad de mejorar las prácticas de almacenamiento y las normativas industriales para reducir la exposición a estos compuestos perjudiciales.

Aparte de los COV, otro estudio de la Universidad de Columbia encontró que el agua embotellada puede contener cientos de miles de fragmentos de microplásticos, lo que representa otro riesgo significativo para la salud. La combinación de estos factores subraya la importancia de evitar el consumo de agua de botellas de plástico expuestas al sol y la necesidad de una mayor concienciación y regulación en el manejo y almacenamiento de estos productos.