Se trata de una de las zonas más sensibles de nuestra mascota. | Freepik

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Durante los meses de verano, las altas temperaturas pueden convertir el suelo en un peligroso enemigo para las patas de tu perro. Las almohadillas, que son una parte esencial para la movilidad y el bienestar de tu mascota, están expuestas a quemaduras y lesiones si no se toman las precauciones adecuadas. El asfalto y la arena, en particular, pueden alcanzar temperaturas extremadamente altas que superan los 50 grados Celsius, lo que puede causar quemaduras dolorosas en las almohadillas.

Para proteger a tu perro, es importante evitar salir a pasear en las horas más calurosas del día, generalmente entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde. Opta por paseos temprano en la mañana o al atardecer, cuando el suelo está más fresco. Si es inevitable caminar sobre superficies calientes, considera el uso de productos específicos, como cremas protectoras para las almohadillas, que crean una barrera que ayuda a resistir el calor y previene las grietas.

Otra opción es entrenar a tu perro para caminar en la hierba o en superficies más frescas, o usar botines especiales diseñados para proteger sus patas del calor. Estos botines, aunque pueden requerir algo de adaptación por parte del perro, son una excelente manera de garantizar su comodidad y seguridad.

Después de un paseo, es recomendable revisar las almohadillas de tu perro en busca de signos de daño, como enrojecimiento, ampollas o grietas. Si notas alguna lesión, es crucial limpiar la zona con agua fría y consultar a un veterinario si es necesario.