La proliferación de las moscas podría convertirse en un problema para la salud pública. | Freepix

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Especialmente en verano, la proliferación de insectos aumenta por las altas temperaturas y las lluvias intensas. Esto, cada vez más usual debido al cambio climático, ha acelerado el ciclo de vida de muchos bichos. Como consecuencia, en algunos entornos del territorio español se han dado plagas de moscas. La presencia masiva de estos insectos, que aunque podrían ser inofensivos, suponen una gran molestia y malestar para las personas que lo sufren. Algunos de los afectados hablan de unas «densidades absolutamente intolerables».

La estimación de las autoridades competentes calcula que hay unas 53 especies de moscas en España. En los ambientes urbanos, las especies más comunes son la mosca doméstica, la mosca de botella, la mosca de carne, la mosca de la fruya y la mosca palomilla. Estas, cuando nacen, van en busca de comida y suelen sentirse atraídas por los olores de los hogares. Además, su alimentación, sencilla y variada, hace que se vean especialmente atraídas por las actividades humanas y los desperdicios que generan.

En especial, la mosca negra es la más preocupa a la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambienta (ANECPLA). «Si bien por el momento no ejerce como vector transmisor de enfermedades en nuestro país. No ocurre igual en otras latitudes del mundo como, por ejemplo, el África subsahariana, Brasil o Venezuela, donde la mosca negra es transmisora de graves enfermedades infecciosas como la oncocercosis, también conocida como ‘ceguera de los ríos’», alertan. Por ello, consideran de vital importancia que se traten las plagas de moscas como un problema de salud pública en el país.

A pesar de que las moscas y mosquitos son unas de las plagas más comunes en los meses de calor, un número desmesurado de estas es algo fuera de lugar. Los expertos razonan que es posible que el cambio climático y las malas prácticas sanitarias podrían ser dos factores determinantes en su proliferación. Las fuertes lluvias seguidas de calor, crean una situación de humedad idónea para la vida de estos insectos. «Las alarmas no paran de sonar desde hace años y es urgente que adoptemos una actitud proactiva y trabajemos en la prevención», indican desde la asociación.

Desde ANECPLA, comparten unas recomendaciones para evitar la aparición y picadura, en caso de mosca negra, de estos insectos. En primer lugar, recuerdan que es mejor vestirse con ropa clara, sin colores demasiados llamativos. Asimismo, desaconsejan los paseos por la rivera de ríos y zonas próximas, especialmente, a última hora de la tarde. La asociación recomienda instalar mosquiteras en el hogar e inspeccionar los desagües. Además, piden que se eviten las acumulaciones de agua. Si una familia se ve afectada por una plaga, recuerdan la importancia de utilizar repelentes certificados y contactar con profesionales.