Si persiste en el tiempo puede provocar afecciones como la famosa otitis de verano. | 8photo

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El agua en el oído es una situación común que puede ocurrir tras nadar, bañarse o incluso después de una ducha. Aunque suele resolverse de forma natural, en ocasiones el agua queda atrapada y puede causar molestias, inflamación o incluso infecciones como la otitis del nadador. Aquí te presentamos algunos métodos seguros para eliminar el agua del oído y prevenir problemas mayores.

- Inclinación y movimiento de la cabeza: Inclinando la cabeza hacia el lado afectado y dando pequeños saltos, se puede ayudar a que el agua fluya fuera del canal auditivo. También puedes intentar tirar suavemente del lóbulo de la oreja para abrir el canal.

- Secador de pelo: Usar un secador de pelo en la configuración más baja de calor y manteniéndolo a una distancia segura del oído puede ayudar a evaporar el agua atrapada. El aire caliente facilita el secado sin necesidad de introducir objetos en el oído.

- Masticar o bostezar: Estos movimientos pueden ayudar a abrir la trompa de Eustaquio, facilitando la salida del agua.

- Gotas para los oídos: Existen gotas específicamente diseñadas para secar el agua del canal auditivo. Estas soluciones suelen contener alcohol y vinagre, lo cual ayuda a secar y restaurar el equilibrio del pH en el oído.

- Método del paño: Colocar un paño caliente y húmedo sobre el oído afectado durante unos minutos puede ayudar a abrir los poros y permitir que el agua salga.

Si estos métodos no resultan eficaces y la sensación de oído taponado persiste durante más de 24 a 48 horas, es recomendable consultar a un otorrinolaringólogo. Es esencial evitar el uso de bastoncillos de algodón o introducir objetos en el oído, ya que pueden empujar la cera hacia el interior y agravar la situación.