Las castañas son uno de los alimentos por excelencia del otoño. | Freepik

TW
0

Las castañas se destacan por su perfil nutricional que combina hidratos de carbono complejos, proteínas y bajo contenido en grasas. Su consumo es beneficioso para la salud, y existen distintas formas de prepararlas para aprovechar al máximo sus propiedades. Frescas, pueden ser un poco difíciles de digerir debido a su almidón, pero remojarlas y escaldarlas previamente las vuelve más digestivas, además de mantener su valor nutricional.

Asadas o tostadas, las castañas tienen un sabor más intenso y son una excelente adición a platos de otoño como guisos y pastas, agregando textura y sabor. También se pueden cocer en agua, eliminando su astringencia y haciéndolas más versátiles como guarnición en platos o como ingrediente en purés.

Otro modo popular de disfrutarlas es en forma de harina sin gluten, ideal para celíacos y usada en repostería. Esta harina añade un toque dulce y ahumado a panes y galletas. Las castañas pilongas, secadas al humo, pueden conservarse durante todo el año, lo que las convierte en un ingrediente práctico y duradero para enriquecer guisos.