Dependiendo de la persona los motivos deben variar. | Freepik

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El derecho a desheredar a un familiar en España está regulado por el Código Civil y se centra en los denominados herederos forzosos, que incluyen a descendientes, ascendientes y al cónyuge. La desheredación, aunque posible, solo es válida si se incluye en un testamento y se basa en causas específicas recogidas por la ley.

Entre las principales razones para desheredar a un hijo o descendiente, se incluyen la negación injustificada de alimentos al testador o el maltrato de obra o palabra. En cuanto a los ascendientes, los motivos pueden abarcar la pérdida de la patria potestad o el incumplimiento de los deberes inherentes a ella. Para los cónyuges, la desheredación puede justificarse por incumplimientos graves de las obligaciones conyugales o por atentar contra la vida del testador.

Un punto importante es que la desheredación debe constar de manera clara y estar justificada en el testamento. Si la persona desheredada impugna esta disposición, corresponde al resto de los herederos demostrar la veracidad de las causas indicadas. Si no se puede probar, la cláusula podría ser anulada, y el desheredado podría recuperar su derecho a la legítima.

El procedimiento de desheredación es delicado y, para asegurar su validez, se recomienda consultar a un abogado especializado en derecho sucesorio. Con la asesoría correcta, es posible cumplir con los requisitos legales y evitar complicaciones futuras para los herederos restantes.