Se trata de una situación muy normal que normalmente no requiere intervención veterinaria. | Eye Em

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El embarazo psicológico en perras, también conocido como pseudogestación, es un fenómeno común en hembras no esterilizadas que manifiestan síntomas físicos y conductuales similares a los de una gestación real, sin estar preñadas. Este trastorno, que puede afectar a perras de cualquier raza y edad, genera inquietud entre los propietarios al observar comportamientos maternales y cambios fisiológicos en sus mascotas sin una causa aparente.

Causas del embarazo psicológico en perras

La pseudogestación se produce por alteraciones hormonales durante el ciclo reproductivo de la perra. Tras el celo, los niveles de progesterona disminuyen, mientras que la prolactina aumenta, lo que puede inducir síntomas de embarazo falso. Este proceso es natural y se cree que tiene raíces evolutivas, permitiendo que, en manadas, hembras sin crías puedan amamantar a cachorros de otras, aumentando las posibilidades de supervivencia del grupo.

Síntomas más comunes

Las perras con embarazo psicológico pueden exhibir una variedad de síntomas físicos y conductuales. Físicamente, es común observar aumento y engrosamiento de las mamas, producción de leche, abultamiento del abdomen y cambios en el flujo vaginal. Conductualmente, pueden mostrar instinto maternal hacia objetos inanimados, construyendo nidos y adoptando juguetes como si fueran sus cachorros. Además, pueden presentar cambios en el apetito, letargo, ansiedad, irritabilidad y comportamientos de protección o agresividad.

Duración y tratamiento

Generalmente, los síntomas de la pseudogestación desaparecen en unas dos o tres semanas sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, es fundamental consultar al veterinario para descartar una gestación real y recibir recomendaciones adecuadas. En casos severos o recurrentes, el veterinario puede prescribir tratamientos hormonales o ansiolíticos para aliviar los síntomas. Además, se aconseja evitar que la perra lama sus mamas para prevenir la estimulación de la producción de leche y retirar objetos que puedan fomentar su comportamiento maternal.

Prevención

La esterilización es la medida más efectiva para prevenir embarazos psicológicos, ya que elimina las fluctuaciones hormonales responsables de este trastorno. Además, la castración reduce el riesgo de otras afecciones, como infecciones uterinas y tumores mamarios, contribuyendo al bienestar general de la perra.