La tos y el dolor de garganta son síntomas comunes en las enfermedades que afectan a las vías respiratorias.

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Durante la temporada de frío, las enfermedades respiratorias, como la gripe A, la gripe B, el COVID-19 y el resfriado común, se propagan con mayor facilidad. A menudo, sus síntomas pueden ser similares, lo que genera una gran confusión entre la población a la hora de identificar qué enfermedad se está padeciendo. Además, en algunas zonas los servicios médicos se encuentran saturados, lo que puede retrasar la consulta y permitir que los síntomas disminuyan antes de recibir atención. Por ello, explicamos cómo diferenciar las señales de cada enfermedad para poder proteger tu salud.

En primer lugar, los síntomas más comunes de la COVID-19 en su variante actual incluyen tos seca, dolor muscular y de garganta, fatiga, fiebre, congestión nasal y alteraciones en el ritmo cardíaco. También es frecuente la pérdida de gusto y/o olfato. En algunos casos, pueden aparecer síntomas gastrointestinales como diarrea y náuseas. Además, los nuevos linajes de Ómicron han dado lugar a señales menos habituales, como la pérdida de apetito y la afonía.

Por otro lado, los síntomas más típicos del resfriado común incluyen tos, dolor de garganta, congestión nasal, y en raras ocasiones, fiebre, cansancio y estornudos. Generalmente, estos signos de la enfermedad aparecen entre uno y tres días después de la exposición al virus y desaparecen por completo en un plazo de menos de 10 días. Mientras que el dolor de cabeza raramente aparece en este caso, y síntomas como diarrea, náuseas o vómitos nunca se presentan.

La gripe A, también conocida como N1H1, presenta unos síntomas que son muy similares a los de otras gripes. Entre los signos más comunes se incluyen fiebre, generalmente superior a 38º, tos persistente y malestar general. Además, es frecuente la aparición de dolor de cabeza, molestia en la garganta y estornudos. Los dolores musculares también son típicos y, a veces van acompañados de síntomas gastrointestinales como diarrea y vómitos. En casos más graves, se pueden experimentar dolor torácico, dificultad para respirar y sensación de somnolencia.

La otra enfermedad infecciosa respiratoria causada por el mismo virus es la gripe B. Aunque sus síntomas suelen ser más leves, en comparación con la gripe A, su duración tiende a ser más prolongada. En cuanto a la sintomatología, no se observan grandes diferencias clínicas entre ambas, ya que las señales son prácticamente idénticas. Por lo general, la aparición de los síntomas es repentina y en ambos casos se manifiesta con fiebre, tos, dolor de garganta, dolores musculares y malestar general.