El jamón ibérico es uno de los imprescindibles en las comidas y cenas navideñas. | Iakov Filimonov

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Con la llegada de la Navidad, los hogares españoles se transforman en escenarios de celebraciones repletas de sabores tradicionales. Comidas y cenas son protagonizadas por los alimentos estrella de la gastronomía española. Entre los productos más emblemáticos de la temporada, el jamón ibérico es, sin duda, uno de los más codiciados en las mesas navideñas. Como era de esperar, los consumidores no solo buscan disfrutar de esta carne, sino también asegurarse de que sea de buena calidad al mejor precio posible.

Para ayudar a los consumidores a encontrar la opción más competitiva, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio sobre el jamón ibérico a mejor precio en los supermercados. Tras analizar diversas marcas y productos, la OCU ha destacado como la mejor opción el jamón ibérico loncheado de la marca Auchan, cuyo precio es de 5,14 euros por cada 100 gramo. Este jamón destaca por su embalaje, que lo mantiene al vacío para preservar su sabor y frescura hasta el momento de su consumo.

Con este estudio, la OCU busca proporcionar a los consumidores una referencia útil para disfrutar de un buen producto sin que el presupuesto se vea comprometido. No obstante, cabe destacar que se trata de una opción asequible pero no es la máxima calidad ya que, se trata de un jamón de cebo ibérico 50%. En este caso, la madre es de raza ibérica 100% certificada, mientras que el padre pertenece a la raza Duroc, un tipo de cerdo que aunque es similar al ibérico, tiene un mayor rendimiento.

Además, los jamones de cebo provienen de cerdos criados en cebaderos, alimentados principalmente con pienso compuesto por cereales y leguminosas. Este tipo de alimentación influye directamente en las características del producto final, como su sabor, textura y color. Aunque este jamón es una opción muy buena en términos de relación calidad-precio, los paladares más exigentes pueden inclinarse por alternativas de mayor gama, como aquellos jamones provenientes de cerdos criados en libertad y alimentados de manera más natural.

En este caso, la máxima calidad se encuentra en el jamón ibérico 100% de bellota. Estos cerdos se crían en libertad en la dehesa, alimentándose exclusivamente de lo que encuentran en su entorno natural. La cantidad de grasa no es un indicativo de su calidad, ya que el porcentaje depende de varios factores, como la genética del cerdo, del tipo de crianza, y la parte del jamón, ya sea pata trasera o paletilla. Por otro lado, un exceso de sal sí se considera un defecto, ya que altera el sabor. Es importante no confundir los puntitos blancos que aparecen en algunas lonchas, ya que no son sal, sino cristales de tirosina, los cuales son una señal de una curación adecuada y de alta calidad.