En el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, en Cataluña, se elabora un yogur que destaca por su sabor único, su textura, su procedencia, su propósito y su compromiso con la sostenibilidad. Se trata de La Fageda, el yogur más singular del mundo gracias a su historia, sus valores y su composición de leche fresca, sin conservantes, ni colorantes.
Más de dos millones y medio de personas ya disfrutan de los atributos de esta marca, reconocida como el auténtico yogur de granja por el uso que hacen de las mejores materias primas con leche procedente de sus vacas frisonas. Todas ellas viven en absoluta armonía con la naturaleza y bajo unos cuidados especiales, gracias a los cuales ofrecen leche de altísima calidad, reconocida por sus propiedades nutricionales. Además, el proceso de elaboración de La Fageda se desarrolla bajo unos parámetros de calidad altamente exigentes que permiten obtener un yogur sabroso, cremoso, con su punto justo de acidez y natural.
Una naturalidad que encaja con el paraje que le rodea: el famoso hayedo que da nombre a la marca: La Fageda d'en Jordà. Un lugar de ensueño que atrae cada año a miles de visitantes y que inspiró al poeta Joan Maragall a escribir una de sus obras más reconocidas.
La vaca y el mantel de cuadros en blanco y azul componen el diseño de un packaging que refleja su singularidad y valores, remitiéndonos a la esencia misma del producto: la naturalidad, el campo, lo perdurable, lo bueno y lo sano.
Con toda esta esencia se elaboran sus diversas variedades de yogures (naturales, de sabores, desnatados y sin lactosa), y algunos postres como el flan de vainilla, que es el más vendido de Cataluña.
Actualmente, estas referencias se pueden encontrar en las principales cadenas de las Islas, como Eroski, el Corte Inglés, GM Foods, Supercor, ALDI, DIA, Agromart, Coaliment, Carrefour y en Binipreu (Menorca). Además, también se pueden saborear en la carta de los restaurantes de Esment, entidad histórica homóloga a La Fageda.
Un proyecto con sentido
La Fageda es un proyecto social sin ánimo de lucro que nació hace 40 años para dignificar la vida de personas de colectivos vulnerables a través de la concepción del trabajo como una herramienta rehabilitadora y terapéutica que permite desarrollar un proyecto de vida.
Allá por los años 80, cuando los hospitales psiquiátricos eran la norma y no la excepción, un psicólogo llamado Cristóbal Colón sintió la necesidad de sacar a catorce personas de este tipo de recintos para crear algo que evitara su reingreso allí. En 2022, esa ilusión que nació con apenas quince personas se ha convertido en una organización de 400, la mayoría de ellas en riesgo de exclusión.
El éxito de las actividades empresariales desarrolladas desde La Fageda Fundació se han convertido en el pilar y en el sustento económico de su proyecto social. Y es, precisamente, la sostenibilidad social de su ADN la que ha impregnado el resto de los ámbitos del proyecto: el laboral, el medioambiental y el económico.
Música clásica para el bienestar animal
Uno de los principales valores de La Fageda es el respeto y el cuidado de sus vacas. Por ello, su granja cuenta con más de 12 metros cuadrados de espacio para cada animal, alojados en establos cubiertos, ventilados y con luz natural. También disponen de cepillos para rascarse y limpiarse. La renovación de la paja en el establo es diaria y cuando aprieta más el calor, ventiladores y rociadores de agua alivian las altas temperaturas de los bóvidos.
Estos son algunos ejemplos de las acciones que se llevan a cabo en La Fageda para asegurar el bienestar animal. Pero lo que más destaca en sus recintos es el sonido de fondo de música clásica. Y es que, desde hace más de diez años, en las granjas de La Fageda se reproducen sinfonías de Bach para contribuir a la felicidad y al bienestar de las vacas, que son una de las claves de esta singular empresa social.