Sopar a la fresca por las fiestas de Sant Jaume. | J. Socies

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Mallorca es bien conocida por su belleza natural y su impresionante legado cultural, pero más allá de este legado, la Isla presume en toda su extensión de su diversidad gastronómica. Tanto en Palma, como en los pueblos de interior o de costa, se desarrollan una serie de actividades con el fin de celebrar, realzar e impulsar los sabores únicos de la Isla, y de paso, fomentar la importancia de consumir el producto de kilómetro cero: productos que se encuentran en los tradicionales mercados con elaboraciones locales, como el aceite, la sobrasada o el vino; hasta las ferias y muestras gastronómicas que preparan creaciones con el producto local por bandera. Estas celebraciones se han convertido en un atractivo imperdible para residentes y visitantes por igual. No solo preservan y difunden la riqueza culinaria, sino que también ofrecen la oportunidad de conectar con la cultura y las tradiciones gastronómicas de Mallorca, a través de la degustación de platos, la participación en talleres y la interacción con productores locales.

Un calendario vibrante

Aunque es cierto que la primavera y el otoño es la época que mayor número de ferias congrega, la temporada estival también ofrece diferentes oportunidades para disfrutar ellas. Con la temperatura en ascenso, ya entrando en los meses de junio, julio y agosto, también encontramos alguna feria centrada en la gastronomía.

La temporada estival de este tipo de actos, arrancaría con una de las más emblemáticas: la Fira Nocturna de la Patata, en Sa Pobla. Tuvo lugar a principios de junio y siempre es una excelente oportunidad para conocer y degustar la creatividad y el saber hacer de los cocineros y cocineras locales con platos tradicionales e innovadores; todos con la patata como ingrediente principal. Entre finales de julio y principios de agosto, encontramos la Feria Nocturna de Muro. Concretamente, Platges de Muro acoge puestecillos de artesanía y productos gastronómicos típicos de Mallorca. En una misma línea encontramos, a mediados de agosto, las fiestas de Sant Llorenç des Cardassar, y con ellas suele ponerse en marcha la Feria Nocturna de la Estación, que fundamentalmente es una feria artesanal, y por eso, en ella se encuentran también productos gastronómicos elaborados artesanalmente. Ambas, unas propuestas ideales para una noche de verano.

Asimismo, la Feria Nocturna del Melón en Vilafranca de Bonany, da el toque de frescura al calor del verano. Es costumbre que acoja una amplia agenda de actos complementarios que harán de la localidad un punto de interés para todos los que quieran diversión auténtica y el sabor dulce del producto estrella de Vilafranca. Realizar una escultura de un melón gigante de madera con motosierra o la convocatoria del concurso al melón de mejor calidad son algunas de las actividades relevantes de esta feria.

Finalizando la temporada estival, a principios de octubre, tiene lugar una cita ineludible en Cala Ratjada: la Feria gastronómica de la Llampuga, una multitudinaria feria que rinde honor durante tres días a esta delicia del mar de Mallorca. En la feria, los amantes de este exquisito pescado blanco pueden sumergirse en un mundo de sabores, y disfrutar de elaboraciones tradicionales y, sobre todo, de preparaciones llenas de creatividad, fusión y sabor. Así, te podrás encontrar un delicioso arroz meloso de llampuga, hamburguesas, ceviche o hasta carpaccio. La feria se inicia con la Nit de Tapas, le sigue la Verbena Marinera y finaliza con la Muestra de la Llampuga bien entrada la noche.

También es muy recurrente, y cada vez más popular, que los municipios aprovechen las fiestas veraniegas para organizar un Sopar a la fresca para todos sus ciudadanos, generalmente con el pa amb oli como protagonista; y es que, qué gastronomía más representativa hay en Mallorca que un buen pan de la Isla, tomate de ramallet y un delicioso aceite mallorquín.

Ya sea una visita en familia, una escapada romántica o una exploración gastronómica, las ferias de Mallorca se han convertido en un destino imprescindible para aquellos que buscan descubrir los sabores auténticos y la riqueza gastronómica de la Isla.