Filete de buey con salsa de champiñones. | RD

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Escribía un colaborador del semanario La Roqueta, el 7 de mayo de 1887, acerca del viaje a Mallorca que hacían, organizado por el poeta catalán Mossèn Colell, un grupo de literatos provenzales y catalanes, siendo muy bien recibidos por los escritores mallorquines. Se decía que «allí pudimos escuchar a Mossèn Jacint, los señores Pepratx, Laforgue, Donnadieu Monsieur, Riera, Beltràn, Cabot, Penya, Rubió y Lluch y allí fueron aplaudidos sus versos, sus palabras fraternales, el afecto sencillo y verdadero que despierta esta Isla nuestra en torno al movimiento de la Renaixença cultural...» Al retornar de su visita al Pi dels Montcada (donde fue erigida una cruz neogótica en recuerdo del episodio de la Reconquista cristiana), los expedicionarios fueron agasajados por sus compañeros mallorquines con un almuerzo en el castillo de Bellver, éste servido por el reconocido restaurante Café Oriente, en el Borne.

Digamos que entre los platos más celebrados estuvo el filete de buey con salsa de champiñones dado que en 1887 lo que aquí se conocía eran los esclata-sangs de nuestros bosques y pinares. Lo de los champiñones era una novedad que procedía de la cocina francesa: el menú consistió en un consomé a la princesa, unos pastelitos de hojaldre al salpicón, una becasina a la soberana, un pan de foie-gras en bella-vista, unas pavas con ensalada rusa, un helado de queso a la vainilla, gatones napolitanos, chantilly y otros dulces. Entre los vinos y licores, Champagne Moet-Chaudon, Binissalem rancio seco, Albaflor Baronía y Pampol Rodat de Bañalbufar. (llama la atención lo de gatones napolitanos con los que quizá se relacione el gató, mallorquín, evidentemente gateau y gatone).

Ahora la receta: Pasamos seis filetes de buey por harina y los freímos en una sartén con aceite, dos dientes de ajo y una rama de tomillo fresco, además de sal y pimienta. Lo dejamos así a modo de adobo con su mismo aceite y preparamos, aparte, la salsa de champiñones. Para ello ponemos en un cazo la mantequilla y rehogamos los champiñones una vez laminados. Los sazonamos con sal y pimentón, los regamos con una copita de coñac y les añadimos, poco a poco, un brik pequeño de nata líquida, Lo dejamos cocer alrededor de media hora, removiéndolo para que no se pegue. Servimos las dos preparaciones separadas.