Ecocirer, en el centro de Sóller.

TW
0

Hace una década, Bárbara y Martín se conocieron en Holanda, él trabajando como ingeniero en un importante grupo y ella desarrollando un proyecto profesional. Se enamoraron, tuvieron dos hijas y, al cabo de un tiempo, decidieron dar un giro radical a su vida emprendiendo rumbo a Mallorca para iniciar una aventura conjunta, muy distinta a lo que habían hecho hasta el momento, y que encajara con su filosofía de vida saludable. Fue en Sóller, que Bárbara conoce bien –es hija de la artista sollerica Francesca Martí–, donde tuvieron la oportunidad de hacerse con una bella casona de piedra en el centro de la población y allí montaron Ecocirer Healthy Resort, un pequeño y exclusivo establecimiento hotelero de sólo siete habitaciones, con muebles –respondiendo a su filosofía vital– que proceden de un reciclaje con buen gusto y donde todo, desde el concepto a la gastronomía, está entroncado con la filosofía de vida sana y sostenibilidad.

Ofrecen a sus clientes experiencias naturales en la bella y cercana finca familiar, yoga, masajes y tratamientos, y en verano organizan un campus de cocina para que los más pequeños aprendan a conocer y apreciar la cocina basada en productos naturales. Bárbara, que acaba de dar a luz a su tercer vástago, ha plasmado esa filosofía de vida en varios libros –a la venta en el establecimiento– de iniciación a los alimentos ecológicos frescos e ingredientes locales de temporada: Eating colours, libro saludable para padres ocupados); Breakfast included, para los padres, y está preparando otro para mamás con niños pequeños.

Los coloridos desayunos naturales.

Emprendieron el proyecto poco antes de la covid y ahora han obtenido el reconocimiento a su aventura: les han concedido el premio especial RSC 2023 a los hoteles saludables, y han sido incluidos en la lista de 100 Best Hotels Europe 2023 y en la Golden List de Condé Nast.

La mayor parte de los ingredientes que utilizan son de su propio huerto, donde plantaron tomates, pimientos, alcachofas, espinacas, cebollas, ajos, kale, plantas aromáticas, frutales, olivos… que les sirven para preparar cada día los excelentes desayunos y los brunch para los clientes alojados y para los que se acercan desde fuera, en este caso, bajo reserva previa, para mantener ese espíritu artesanal de sus creaciones.

Prácticamente varían diariamente su propuesta gastronómica. Bárbara preparar los panes, magníficos por su variedad y colorido (desde el negro carbón hasta el rosa con remolacha y zanahoria), enriquecidos con vitamina, proteína vegetal y omega 3, y elaborados preferentemente con harinas de avena, arroz o maíz, de estupenda textura.

Su desayuno es variado y original. Magnífica la tostada de aguacate sobre salsa de anacardos y cebollino en una cama de pan negro, muy sabroso, así como los crackers de semillas. Sorprendente la tostada de falso salmón de papaya, y un abanico de color y sabores en los boles de yogur y frutas. La leche es fundamentalmente de semillas. Abundante la oferta del brunch, que va variando según temporada: almendras con sal, gazpacho con crujiente de kale; infrecuentes empanadas de guisantes con romero; sabrosos raviolis de requesón, salvia, nueces e hinojo, o apetecibles pizzas sin hornear de kale, queso y setas, o setas y calabacín.

Una de sus pizzas orgánicas.

Y, obviamente, un abanico de ensaladas ayurvédicas, que incluyen hierbas de propiedades medicinales, perejil, hinojo, tomillo, basílico, romero, salvia… aderezadas con vinagreta y aceite y miel. Particulares y atractivos los postres como el de crema de coco con frutos rojos, o el tartar de cítricos de naranja, limón y pomelo.

Las bebidas son esencialmente zumos e infusiones, aunque también ofrecen cava y vino de la zona. El brunch cuesta 35 euros en el hotel, que sube hasta 60 euros en la finca, donde ofrecen el plus de disfrutar del lugar rodeados de 2.000 olivos, algarrobos, naranjos y limoneros, con espléndidas vistas a Sóller, Fornalutx y Biniaraix. Pequeño paraíso para los amantes de la vida saludable y de la comida vegana escondido en el centro de Sóller. Una opción gastronómica diferente acorde con la filosofía de vida de esta joven familia.