Imagen de berlinesas rellenas de mermelada. | Mia Naprta

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El otro día conocó alguien de Berlín y hablamos de berlinesas. Aunque su nombre indica un origen alemán, las berlinesas tienen una tradición que se extiende más allá de Alemania, y su receta ha sido adoptada y adaptada en todo el mundo. El origen de las berlinesas se remonta al siglo XVI en Alemania, específicamente en Berlín, de donde toman su nombre.

Según la leyenda, un panadero de Berlín creó estos bollos redondos en 1756 como una manera de rendir homenaje a los soldados prusianos. Este pastelero, que no tenía horno para cocer pan, optó por freírlos en grasa caliente. Las berlinesas rápidamente se convirtieron en un manjar popular en la región, especialmente durante el Carnaval y la víspera de Año Nuevo.

Con el paso del tiempo, las berlinesas se extendieron por todo el mundo, adoptando nombres y pequeñas modificaciones en la receta según el país. En Polonia, por ejemplo, son conocidas como pczki, mientras que en algunas partes de América Latina se las llama bombas o simplemente donas rellenas.

Aunque las berlinesas tradicionales son rellenas con mermelada, hoy en día existen muchas variedades y versiones. En Alemania, es común encontrarlas con diferentes tipos de mermelada, como albaricoque o fresa, así como rellenos de crema pastelera. En otras partes del mundo, como en México y Argentina, es común encontrarlas con dulce de leche o chocolate. Además, en algunos lugares se cubren con glaseados de azúcar o chocolate, lo que las asemeja más a las donas.

Ingredientes: 500 g de harina de trigo, 75 g de azúcar, 1 sobre de levadura seca (7 g), 200 ml de leche tibia, 75 g de mantequilla derretida, 2 huevos, 1 pizca de sal, aceite para freír, mermelada, crema pastelera o dulce de leche (para el relleno), azúcar glas (para espolvorear).
Instrucciones: En un bol, mezcla la harina, el azúcar, la levadura y la sal. Agrega los huevos, la mantequilla derretida y la leche tibia. Amasa bien hasta obtener una masa suave y homogénea. Deja reposar tapada en un lugar cálido por 1 hora, hasta que doble su tamaño. Una vez que la masa ha crecido, estírala con un rodillo hasta que tenga aproximadamente 1 cm de grosor. Corta círculos con un cortador o vaso. Deja reposar los círculos 30 minutos más. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio. Fríe las berlinesas por ambos lados hasta que estén doradas (2-3 minutos por cada lado). Escúrrelas en papel absorbente. Una vez frías, haz un pequeño agujero en cada berlinesa y rellena con mermelada, crema o dulce de leche con una manga pastelera. Espolvorea con azúcar glas antes de servir.