En cualquier caso, sostiene que «afrontar la jornada laboral no es tarea fácil y hacerlo con la misma motivación que si fuera el trabajo de nuestra vida, se torna complicado. Cierto es que muchas son las personas que disfrutan de su trabajo cada día y no necesitan una motivación extra, pero en la mayoría de los casos, por cómo es el modelo jerarquizado de las empresas y por una cierta precariedad laboral, nos encontramos con trabajadores cansados, frustrados… y que les cuesta horrores empezar la jornada laboral con energía». La coach admite que «cambiar de la noche a la mañana nuestra forma de afrontar nuestro día a día en el trabajo pasa por replantearnos nuestra actitud y en este punto nuestro pensamiento juega ya el papel más importante. Si continuamente estamos hablando de la importancia de nuestro diálogo interno, cuando nos referimos al trabajo todavía es más importante tenerlo en cuenta. Así que la primera premisa sería, sin duda, levantarte pensando en lo que te suma de tu trabajo y no en lo que te resta. El trabajo en sí, nos ayuda a realizarnos y a sentirnos útiles, volver a tener en cuenta esto te puede ayudar a cambiar el chip».
Otro punto importante es «dedicarte tiempo para tus rutinas matinales, esos hábitos que te ayuden a cuidarte desde primera hora como un desayuno saludable, una ducha caliente, un poco de ejercicio físico, meditar, escuchar algún podcasts, leer… hace que puedas darte el espacio necesario para poder afrontar el día más tranquilamente. Ir con el tiempo justo solo genera estrés y nervios, que los llevarás arrastrando todo el día». Una vez en el puesto de trabajo, se amplían las opciones para poder conseguir un entono más agradable y adecuado que te ayude a sobrellevar la jornada laboral. Por ello, cuida tu espacio de trabajo personalizándolo con algún detalle, regalo, dibujo… que para ti sean importantes y te sirvan de anclaje en momentos complicados».
Almarcha sostiene que «cuidar de tu entorno también pasa por intentar reducir el ruido, sobre todo del que está en tus manos». Para ello recomienda, en la manera de lo posible, bajar el volumen o poner en silencio el móvil y los aparatos que puedas, con el fin de evitar distracciones. Un regalo para tus sentidos también es cuidar los olores; por ello una planta aromática o un ambientador de un olor agradable contribuirán a un mayor bienestar durante tu jornada laboral. Si tu trabajo no es de oficina puedes personalizar o cuidar otros espacios en lo que estés o utilices como tu taquilla, por ejemplo, aunque sea temporalmente».
Otra cosa a tener en cuenta es la postura corporal. «Normalmente tendemos a adquirir una postura en el trabajo que al final del día nos pasa factura, para evitar eso intenta cambiar de postura frecuentemente y moviliza el cuello y los hombros para desentumecer los músculos y prevenir otras dolencias. Al mismo tiempo, movilizar las extremidades inferiores te ayudará a mover la circulación y evitar la hinchazón de piernas». Además, explica que «la hora de la comida puede ser el momento idóneo para dedicarte un espacio de cuidado, de escucha y de tranquilidad… aprovéchalo para desconectar y cargar pilas. Si además optas por preparaciones culinarias que sean bajas en grasas y no muy pesadas te beneficiarás de digestiones más ligeras para poder afrontar la tarde en mejores condiciones».
La coach asegura que «empezar el día organizando bien tu jornada laboral para poder dar prioridad a lo importante y evitar la improvisación es vital para tener un día más tranquilo. Para ello, hay muchos recursos que te pueden ser de gran ayuda como agendas, app que ayudan a organizarte el día y a ser más productiva. Centrar tu atención y prevenir distracciones se traduce en seguridad y en una sensación de capacidad, lo que hará que valores más la forma en la que realizas tu trabajo. Si puedes, delega aquellas tareas que no requieren tanta atención ni supervisión por tu parte, pero que te roban tiempo útil de tus tareas prioritarias. A veces por no molestar, se asume una carga de trabajo extra que genera un retraso en lo que realmente es importante».
Otro factor clave es la relación con los compañeros. «En la mayoría de los casos, la relación con tus compañeros de trabajo puede ser buena, pero si eres de los que no gozan de una buena relación, es importante que practiques una comunicación más consciente e intentes ser lo más asertivo y empático posible, esta recomendación te ayudará a tener menos conflictos y más paz mental y hacer de tu entorno laboral un lugar en el que quieras estar», recomienda Almarcha.
«Jornadas de trabajo largas y tediosas nos puede llevar a restar motivación y ganas cuando pensemos en nuestro trabajo, pero haciendo algunos cambios podemos conseguir cierto bienestar y hacer que esas horas sean lo más llevaderas posibles y, sobre todo, hacer que mantengamos el estrés a raya. Esto pasa por cuidar nuestro metro cuadrado dentro de lo posible y hacer de nuestro entorno laboral un entorno trampolín que nos ayude a sentirnos más felices», concluye la coach.
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