La pandemia COVID-19 ha aumentado la prevalencia de ansiedad y depresión en el mundo en un 25 por ciento, según la OMS. | Gerd Altmann

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Los casos de depresión se han incrementado con respecto al periodo prepandemia y está teniendo su reflejo en las consultas de Psiquiatría de todo el Sistema Nacional de Salud (SNS), según han advertido varios expertos durante la rueda de prensa de presentación del XXXI Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia COVID-19 ha aumentado la prevalencia de ansiedad y depresión en el mundo en un 25 por ciento. Si se toma como referencia un número aproximado de un millón de pacientes con depresión en España, esto supondría un incremento a entorno 200.000 nuevos casos de depresión mayor. En el caso de síndromes depresivos, llegaría hasta 400.000 nuevos casos.

Ante este escenario de «elevadísima demanda de personas que requieren de los servicios de salud mental», los especialistas han alertado de que el «sistema sanitario no está preparado para absorber esta demanda» y han apostado «por una ampliación necesaria de los recursos existentes para hacer frente a la demanda». «Al igual que en el sistema sanitario español ha sido necesario transformar las UCI y los hospitales, y fuimos capaces de hacer la vacunación en campos de fútbol o desde el coche, también tiene que haber una reestructuración/ampliación de los servicios de salud mental», han reclamado los expertos.

En este sentido, el director del Curso y jefe de Servicio de Psiquiatría de la Red de Salud Mental de Álava, Edorta Elizagarate, ha apuntado que se trata de una «crisis mundial». «Las estadísticas y estudios en otros países muestran las mismas tendencias generales hacia un deterioro de la salud mental con un aumento de los síndromes depresivos», ha añadido al respecto. El experto ha insistido en que «la pandemia de la COVID-19 ha incrementado estos datos».

«Lamentablemente, la escasez de psiquiatras, psicólogos y otros profesionales de la salud mental es la norma mundial y se necesita más formación y recursos, ha subrayado. Por su parte, el director del servicio de psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Narcís Cardoner, ha explicado que »hay más prevalencia de enfermedades y la Atención Primaria absorbe menos esa demanda, por sus problemas estructurales y aumento de pacientes".

«Todo esto hace que los pacientes nos lleguen peor a la consulta, se descompensen y evolucionen más los cuadros psiquiátricos. Cierto es que en los Servicios de Psiquiatría estamos desbordados. Un indicador muy claro es que estamos recibiendo pacientes vía Urgencias porque no pueden esperar los plazos de derivación a nuestros servicios desde Atención Primaria y eso repercute sobre el resto del sistema sobre todo las plantas de agudos. Nos faltan camas y también hay demora en la atención más ambulatoria y más comunitaria», ha criticado.

En esta línea, la jefa de servicio del Área de Psiquiatría, Psicología Clínica y Salud Mental del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Maria Fe Bravo, ha afirmado que «para los profesionales de la salud mental supone un desafío».

«Primero, porque hay más personas con este problema y hay que darles respuesta. Segundo, porque pone de manifiesto que en la depresión influyen también más factores que los propiamente vinculados a la propia neurobiología de los sujetos y a la propia herencia familiar que, evidentemente, en muchos casos tiene mucha importancia como en los trastornos bipolares», ha esgrimido. En este contexto, la doctora Bravo ha indicado que «factores del ámbito psicosocial provocados por la pandemia (factores estresantes, destrucción de la sociabilidad, etc.) han influido a que una problemática como es la depresión se extienda».